Los tatuajes han pasado de algo desagradable y referente a la violencia, a algo que hacen muchas personas que quieren expresarse a través de ellos o simplemente porque está de moda.
Alrededor del mundo, incluyendo México, hay tatuadores que han convertido esta práctica en todo un arte. Ya no se limitan a hacer tatuajes de infinitos o letras chinas, las imágenes se han vuelto más complejas y ya no sólo en blanco y negro.
Sin embargo, nunca falta al que se le ocurre hacerse una tatuaje ridículo, o va con un artista que simplemente no tiene idea de lo que hace o tal vez sí sabe, pero por dinero son capaces de hacer cualquier cosa.
Algunos ejemplos como los que siguen nos hacen preguntarnos ¿Qué carajos estaban pensando? ¿El tatuador sabe lo que hizo? ¿Estaban borrachos? ¿Son permanentes? ¿Por qué tienen tan mal gusto?