No es lo mismo “pobre gordo” que “gordo pobre”, muestra de ello el mexicano promedio que representa la segunda frase añadiendo “…pero feliz”.
Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países donde sus habitantes tienen una amplia satisfacción respecto a su vida, calificándola con 7.4 en una escala de 0 a 10.
Lo anterior pese a que de acuerdo al análisis realizado para elaborar el Índice para una vida mejor en nuestro país la gente vive menos, tiene desconfianza y –quizá clave del resultado- tiene bajo nivel educativo.
Del estudio de la OCDE resaltan dos puntos: la salud y el ingreso promedio. En el primer caso, 32.4% de la población mexicana tiene obesidad, lo cual ubica a México como el segundo país más obeso del mundo, por debajo de los Estados Unidos donde el promedio de gente en esa condición alcanza el 36.5%.
Esta penosa posición además debe tomarse como una alerta para la salud pública de la nación, ya que “la creciente prevalencia de la obesidad indica que en el futuro aumentarán problemas de salud como la diabetes, padecimientos cardiovasculares y asma, así como los gastos en atención a la salud”, señala el reporte.
Pero bueno, dicen que las penas con pan son buenas… sólo que a los mexicanos no nos alcanza para una buena dotación de harinosos productos, ya que el trabajador nacional percibe cerca de 10 mil dólares menos de lo que ganan en otros países analizados por la OCDE: 12 mil 820 dólares al año (optimista cifra, para muchos) mientras que el promedio de las 36 naciones evaluadas es de 23 mil 938 dólares… y eso que aquí trabajamos más horas al año: 2 mil 226 en promedio… en otros lugares sólo mil 765.
Con todo, el mexicano ocupa el octavo lugar en cuanto a satisfacción de vida, arriba de países como Luxemburgo, España, Reino Unido, Brasil y Chile.