Todo era risas y color de rosa en la selección de Suecia, hasta que entrenando muy contentos decidieron poner un jueguito un poco “educativo” y es que este trataba de dominar el balón y dar pases sin que se le cayera el balón.
Los hechos ocurrieron al final del entrenamiento de los suplentes después de la derrota del día anterior contra Ucrania y el portero Wiland salió perdedor de una ronda en el que se trataba de no dejar caer el balón al suelo, por lo que sufrió el castigo de sus compañeros. Tuvo que bajarse los pantalones y con el trasero descubierto, los jugadores le dieron sus buenos balonazos. Esto ha provocado polémica en el país escandinavo, donde algunos hablan de “acoso moral” y de “mal ejemplo”.
El chistin, recogido en imágenes por el diario sueco “Expressen” y difundido por otros, ha generado las críticas de varios sectores, entre ellas por parte de la organización sueca Friends, que lucha contra el acoso moral y laboral. “Es un muy mal ejemplo”, dijo el presidente, Lars Arrhenius, quien resaltó que los jugadores son “héroes” para miles de niños en toda Suecia y que este tipo de juegos luego son imitados, lo que provoca que algunos pequeños sufran humillaciones.
El jefe de la selección sueca en la Eurocopa, Lars Richt, tampoco se mostró muy contento con lo ocurrido, que calificó de una “tontería” y de incidente “muy desafortunado”.
Los jugadores suecos se defendieron rechazando las acusaciones y dejando claro que solo era un juego. “Pienso que fue algo completamente inofensivo”, afirmó antes del entrenamiento de hoy Anders Svensson y añadió que es algo que ocurre “todos los días”.
Esperemos que los jugadores del tricolor no les gusten estos tipos de jueguitos europeos