Y de unos años para acá todos eran hipsters. Todos, menos uno mismo, por supuesto.
Y es que el término para esta tribu urbana comenzó a malbaratarse tanto, que de pronto a cualquier cosa se le daba el calificativo de “hipster”, lo cual ya es una contradicción pues se supone que estos personajes van en contra de lo mainstream. Y hoy en día, nada tan mainstream como lo hipsters, que parecen hechos en serie. Basta pararse en la Condechi o en la Roma para toparse con lentes de pasta, ropa vintage, sombreros raros y barba y bigotillos que dan risa.
Otra de las cosas que creció durante estos años, fue el repudio a los hipsters, los cuales si bien no son odiados, a veces sí caen gordos. Si eres de esas personas que ya está hasta la coronilla de los hipsters te tenemos dos noticias:
La buena: Por fin, la moda de los hipsters ya va de salida.
La mala: Ya vienen los Muppies.
Sí, nosotros también nos confundimos y la primera vez que escuchamos ese término nos acordamos de los Muppets.
Ahora bien ¿¡qué diablos es un muppie?! Pues una mafufada, pero como sabemos que igual y están interesados por saber más del tema, les contamos más al respecto:
La palabra Muppie surge de la unión de los términos Millenial y Yuppie. Fue acuñado por la escritora Michelle Miller en su libro The Underwriting, y para ella se trata de una nueva generación de nativos digitales, de entre 25 y 35 años, (es decir nacidos entre 1980 y 1990)que se esfuerzan por obtener éxito laboral (más por una cuestión de satisfacción personal que por el pago), también pueden hacer varias cosas a la vez y buscan llegar una vida sana.
En palabra de la propia Miller:
“Esta nueva generación, que tiene entre 22 y 35 años, pasa una hora al día buceando en internet, treinta minutos realizando compras online y cuarenta minutos confeccionado el menú del día siguiente”.
¡Quihubo!, ¿encajas en esa descripción?
Aquí les van otras características, por si su vida es bien aburrida y andan en busca de una tribu urbana a la cual pertenecer:
- Son solidarios y adictos a las redes sociales.
- Twitter es su fuente informativa.
- Comen alimentos saludables y les gustan los jugos de mezclas raras. (raritos, pa variar)
- Usan productos ecológicos pues les importa cuidar el medio ambiente, tienen la costumbre de reciclar.
- Para ellos la realidad no es concebible sin tecnología, ya que crecieron junto con el gran desarrollo tecnológico de los últimos años.
- No pueden salir sin su smartphone
- La mayoría cuenta con estudios superiores, dominan dos o tres idiomas, han llegado a estudiar en el extranjero y buscan cursos y masters para hacer crecer su currículum.
- Tienen mucha experiencia profesional (con y sin paga) en distintos ámbitos. Un muppie pudo haber sido DJ, diseñaro, blogger, modelo, mesero, organizador de eventos, etc.
- Suelen ser emprendedores y buscan crear (o ya lo hicieron) su propia empresa, más por la satisfacción que ello les genera que por los beneficios obtenidos.
- Para ellos el dinero no es lo más importante, pues prefieren día a día ir disfrutando de pequeñas cosas y de vez en cuando consentirse con algún capricho. En otras palabras, el futuro no les importa mucho, lo suyo es vivir el presente “a gusto”
- Instagram y Facebook son las redes que más usan para mantener vigente su vida social.
- Son amantes de los viajes, y de conocer nuevas culturas y su gastronomía. Obviamente
faroleansuben las fotos a sus redes sociales para ganar así más seguidores. - Suelen practicar Running o Yoga para relajarse de la chamba.
- Otras de sus aficiones son el cine, la literatura, la fotografía o coser.
- Siempre elegirán pan artesanal (y seguro son de los que lloriquean por el gluten)
Bueno, y ¿cómo se visten?
Usan ropa de firma, aunque no siguen tendencia. Su estilo es más bien informal, no les gustan los trajes formales y aman los pantalones de mezclilla de “última generación”. Les chifla el estilo preppy. Así es la moda de los muppies:
¡N’ombre, está bien padre! (exclamo nadie nunca).
Sus accesorios favoritos son las carteras, los zapatos y los bolsos. También les gusta personalizar sus teléfonos inteligentes y tablets.
¿Cómo ven, ya quieren unirse a ellos y verse así de chidos y alivianados? Lo malo es que para hacerlo tendrían que dejar las garnachas, ponerse a hacer ejercicio, tomar varios cursos, intentar emprender un negocio, viajar más allá de Cuernavaca, comer cosas orgánicas, comprarse nueva ropa y pues qué flojera. Ni hablar, ya no seremos chavos de onda.
La verdad a nosotros nos parece una payasada eso de andar encasillando a las personas por su aspecto o forma de vida. Nosotros por eso, solamente somos sopicuates.