Seguramente a nadie ya le sorprende esta información. Lo que sí asombra e indigna es que con tales retribuciones, muchos servidores públicos en el país no desempeñen sus funciones como se debe.

Aunque el salario mexicano no sea de los más jugosos a nivel internacional, algo que se puede presumir es que en nuestro país está parte de los funcionarios públicos mejor pagados del planeta. Esto confirmado la semana pasada en la Cámara de Diputados cuando se aprobó el gasto federal para el próximo año.

Nomás para que se den un quemón y vean que vivir del erario sí deja, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Juan N. Silva Meza, gana 6 millones 760 mil pesitos al año… a parte de su aguinaldo de 586 mil pesos. Pese a vivir en opulencia, algo nos dice que el funcionario ha de ser de los más amarrados a la hora de dejar propinas, ya que fue de los que se negó a realizar una consulta nacional para incrementar el salario mínimo…

Si hace unos días Rob Schneider anunció su intención de abandonar Hollywood para venir a México a hacer telenovelas al enterarse de la millonada que gana una actriz en nuestro país, quizá pase lo mismo con los jueces de Estados Unidos, ya que en comparación con lo que gana Silva Meza ellos perciben 4 millones 340 mil 358 pesos menos. Incluso el presidente Enrique Peña Nieto debería de pensar en cambiar su giro, ya que eso de andar recibiendo mentadas a diario, nomás por pedir que ya no anden desestabilizando al país no valen los 208 mil 570 pesos –muy buenos, por cierto– que mensualmente se embolsa… es decir, anualmente gana menos que el presidente de la Suprema Corte…

“¿Y qué que ganen tanto? Si no son felices”, dirán muchos… bueno, echen un ojo a la siguiente tabla en la que figuran los funcionarios con mejores sueldos y calculen cuanta falsa felicidad pueden comprar.

Pese a que en repetidas ocasiones el secretario de Hacienda, Luis Videgaray ha recortado las expectativas de crecimiento, esos moches al progreso económico del país no han hecho mella en los bolsillos de los funcionarios. Incluso quienes dirigen dependencias recién creadas –como el caso de Lorenzo Cordova, presidente del INE– pueden sacar la chequera y fanfarronear que tienen un sueldo de 4 millones 194 mil pesos anuales.

Claro, no faltará el momento en que algún diputado o senador denuncie estos estratosféricos salarios… pero eso dentro de unos meses, por ahora tienen que asegurar su rebanadota del pastel … y vaya que va con todo y cereza: cerca de tres millones al año por ser senador, casi dos millones para un diputado. Vacaciones, prestaciones y bonos sorpresas no incluidos.

@plumasatomicas

*Vía La Jornada, RT

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