Cuenta la leyenda que hay una película del cine de ficheras que lleva por título ‘Por tus pujidos nos cacharon’. A pesar de buscar esta joya nunca he tenido oportunidad de verla, pero su título poético es tan popular que frecuentemente es usado en algunas partes de México.

Pues esta misma frase, viene muy al caso con esta nota, protagonizada por una pareja australiana a quienes por sus pujidos, los demandaron.

Como lo oyen. Todo sucedió cuando Jessica Ángel y Colin MacKenzie fueron acusados por sus vecinos de ‘perturbar la paz’ debido a los ruidos, gritos y pujidos que ambos generaban desde el interior de su apartamento mientras tenían sexo.

(dicen que hasta parecía juego de tenis femenil).

“Era bastante ruidoso y sonaba muy obsceno”, le comentó al Dailymail un vecino que varias veces fue despertado a mitad de la noche por el escándalo.

Las quejas no fueron sólo de un día. La policía local les hizo cerca de 20 visitas en cuatro meses para intentar convencerlos ‘de bajarle dos rayitas’ a su relajito.

Trevor Lovegrove, detective y Jefe Inspector de la policía, calificó el incidente como una de las cosas más raras con las que han lidiado: “No queremos ser vistos como la policía aguafiestas. Las personas tienen derecho a la privacidad dentro de su propia casa, pero cuando sus acciones afectan a los demás, la policía tiene que intervenir antes de que una situación se agrave”

Los dos gritones fueron sometidos a un juicio en el tribunal y no dejaron de defenderse diciendo que el escándalo que armaban siempre era dentro de su hogar.

Al final, gracias a los vecinos envidiosos y persignados, Ángel y Jessica fueron acusados en virtud de la Ley de Protección del Medio Ambiente Australiana. Por lo pronto, tendrán que someterse a una orden que les prohíbe gritar o gemir ruidosamente, así como alzar la voz mientras tienen ‘la relación’.

Si son encontrados culpables, deberán pagar una multa de 3,000 euros .

“¿Cómo puedes vivir en un lugar donde no se puede tener relaciones sexuales? Es ridículo”, declaró MacKenzie, de 34 años, después de quejarse por ser acusado de provocar contaminación acústica y prohibírsele tener sexo.

Pues que le compren orejeras anti ruido a los vecinos, o antes de echarse su faena se pongan cinta de aislar en la boca u otra cosa (luego les digo qué para no leerme muy vulgar).

En fin… ¿A quién le damos la razón en este mitote?

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook