La sombra que aparece en el polémico retrato de Bill Clinton resultó ser la representación del vestido azul de Monica Lewinsky, ese que se volvió famoso porque fue el que usó un día que dio sexo oral al expresidente estadounidense.
El pintor de celebridades, Nelson Shanks, relató al Philadelphia Daily News que su pintura de Clinton incluye una sombra a la izquierda del cuadro, justo a manera de metáfora: es una sombra durante su presidencia, que consiguió opacarlo. De hecho:
“Los Clinton odian esa pintura, han presionado mucho a la Galería Nacional de Retratos para que la retire”, dijo.
Shanks no guarda la mejor opinión sobre el exmandatario gabacho, quien no se sabe si ya conocía el significado de la sombra en el retrato.
“La realidad es que él probablemente sea el mentiroso más famoso de todos los tiempos. Él y su administración hicieron cosas muy buenas, obviamente, pero creo que nunca me podré sacar de la cabeza por completo este asunto de Mónica, por eso decidí incorporarlo en la pintura”.
Como recordarán, la Casa Blanca catalogó el romance entre la becaria y Clinton, ocurrido entre 1995 y 1996, como “relación inapropiada”. El escándalo ocasionó que el expresidente fuera sometido a juicio político por la Cámara de Representantes.
El vestido que vendría siendo la sombra se tomó como evidencia durante la investigación sobre el romance. Lewinsky lo llevaba puesto durante un encuentro íntimo con Clinton, lo supieron porque tenía una mancha de semen encima.
Otro detalle curioso es que Clinton luce en el retrato sin su anillo de compromiso. Además, en la Sopicueva creemos que la pose del exjefe de la Casa Blanca es demasiado sugerente… como recibiendo sexo oral. O quizás no, pero de lo que sí estamos seguros es que en todas partes se cuecen habas.