Nos encontramos en plena semana del Super Bowl XLIX y el recuento de los ganadores, mejores jugadas, MVP’s la van a encontrar en todos lados. Por eso haremos algo diferente.
En el repaso a lo mejor de estos partidos tenemos que voltear a ver a esas acciones, momentos, y actos, que por ser negativos, también marcaron momentos especiales en la NFL.
Aquí les dejamos las 10 metidas de pata más memorables de los Super Bowls:
John Kasay, K de las Carolina Panthers, falló la patada de salida y permitió a los Pats el alcance de gol de campo ganador en el Super Bowl XXXVIII.
Manny Ramirez, C de los Denver Broncos, falló en el primer centro del partido para Manning en el inicio de una trágica historia para Denver, en el Super Bowl XLVIII.
Pero si de momentos insólitos se trata, el Super Bowl XLVII, entre los Ravens y los San Francisco, vivió algo inolvidable: un apagón. Baltimore estaba arrollando a San Francisco y después de eso, casi les sacan el juego.
Scott Norwood, K de los Bills de Buffalo, se convirtió en el villano del Super Bowl XXV. Los Bills tenían en sus manos a los Giants, y el pateador falló un gol de campo de 47 yardas que dejó el marcador 20-19.
Dallas Cowboys aplastó a los Bills en el Super Bowl XXVII, pero más que la paliza, el recuerdo siempre estará con Leon Lett, quien apunto de anotar fue alcanzado en las diagonales.
Jackie Smith, TE de los Dallas Cowboys, dejó caer el pase de TD en las diagonales, pues el balón le rebotó. Pittsburgh ganó el Super Bowl XIII, 35- 31.
Esta es una jugada que no puede faltar en ningún conteo. Ni para bien ni para mal, el receptor Kevin Dyson, de los Tennessee Titans, se quedó a una yarda, mientras se estiraba, de empatar el Super Bowl XXXIV.
Eugene Robinson, S de los Atlanta Falcons, quiso contratar a una prostituta una noche antes del Super Bowl XXXII y fue detenido. Fue tanto el desgaste, que en el juego también fue quemado, pero por la ofensiva de Denver en dos ocasiones, vitales para ganar 34-19 y ser bicampeones.
Garo Yepremian, K de los Miami Dolphins, pasó a la historia por ser parte de los perfectos Dolphins, pero más por su intento de pase, luego de que su patada fue bloqueada, en el Super Bowl VII.
Barret Robinson era el C titular de los Raiders y llegaba al Super Bowl XXXVII con dudas sobre su estabilidad mental. El liniero ofensivo, dos noches antes del juego, desapareció de la concentración. Fue reportado como desaparecido, para finalmente aparecer de fiesta en un bar de Tijuana, pensando que los Raiders habían sido campeones y por eso andaba celebrado. Tampa Bay ganó 48-21 el partido.
Abraham Duarte/@sopitasdeportes
