Después de que Lorde cancelara su concierto en Tel Aviv, Israel como parte de las protestas culturales hacia ese país por su imposición sobre Palestina, comenzaron a llover un montón de críticas sobre la cantante que llegaron incluso a los ataques al llamarla racista e intolerante.
A sólo unos días de que la cantante tomara esta decisión, el embajador de Israel en Nueva Zelanda, el doctor Itzhak Gerberg, escribió una carta abierta en Facebook dirigida a Lorde en el que la invitaba a una reunión para conversar sobre la situación.
“Querida, Lorde
Es lamentable que hayas cancelado tu concierto en Tel Aviv y hayas decepcionado a todos tus fans en Israel. La música es un maravilloso lenguaje de tolerancia, amistad, que une a la gente. Tu concierto en Israel pudo haber enviado el mensaje de que las soluciones vienen de compromisos constructivos que conducen al acuerdo y la cooperación.
La música debería unir, no dividir y tu concierto en el país pudo haber contribuido al espíritu de esperanza y paz en el Medio Oriente.
El boicot y el odio, por otra parte, representa hostilidad e intolerancia, y lamento mucho que tú hayas caído en el pequeño grupo de fanáticos del movimiento BDS (Boicot, Dividir y Castigar) que le niega el derecho al Estado de Israel de existir y propagar odio y hostilidad.
Te invito a que nos reunamos en persona para discutir sobre Israel, sus avances y su rol como la única democracia en el Medio Oriente”.
La decisión de Lorde de cancelar su concierto en este país, a diferencia de Radiohead, se suma a la iniciativa de otros músicos como Roger Waters de no “participar” en la invasión cultural y política que tiene Israel sobre Palestina.
Además, un grupo de fanáticos de la cantante escribieron que “un show en Israel enviaría un mensaje negativo. Tocar el Tel Aviv será visto como un acto de apoyo hacia las políticas del gobierno del país, incluso si no haces comentarios sobre la situación política”.