A menudo las mujeres dicen que sufren más que los hombres, pues nosotros no sabemos lo que es “andar en nuestros días”, no sufrimos los dolores de parto, ni tenemos que soportar a una sociedad machista.
Por ello, existe la creencia de que la vida de los hombres es sencilla y sin complicaciones. Sin embargo, nosotros también padecemos dolores propios del hombre, y uno de los más terribles es acompañar a nuestras amigas, novias, esposas, amantes, mamás y/o hermanas a esa actividad horrible que ellas conocen como “ir de shopping”.
Pueden decir que sólo irán a un par de tiendas, que no se tardarán nada o que ya saben qué es lo que quieren, pero sabemos que es mentira. Ir con una mujer a un centro comercial es una tortura en la que pasamos horas esperando a que las señoritas recorran todas las tiendas, se prueben mil cosas y claro, carguemos sus bolsas de mano para vernos todavía más machines.
Y las cosas no terminan ahí, pues también sufrimos el asedio de preguntas capciosas cuyas respuestas ignoramos y siempre nos dejan mal parados, como: “¿Me veo muy gorda con esto?” o “¿De estos vestidos cuál está más bonito?” (eliges uno al azar y después serás interrogado con la pregunta “¿y por qué ese?”).
Grábenselo señoritas: a menos que no sea sobre ropa interior, no nos pidan nuestra opinión para comprar ropa, zapatos o bolsas porque… 1. No tenemos la menor idea del tema , y 2. El tema francamente no nos importa.
No somos pocos quienes compartimos el mismo dolor, por eso fue creada la cuenta de Instagram miserable_men, donde se recopilan fotografías de hombres aburridos y fastidiados que acompañan a las mujeres de compras. Algunos duermen, otros tienen caras de pocos amigos, otros intentan distraerse con su teléfono, pero todos comparten un mismo sentimiento: el querer estar en cualquier otro sitio.
Porque a todos nos ha pasado, los invitamos a sentirse identificados con una selección de esas fotos…
Éste de plano se quedó jetón:
Desperdiciando así sus últimos años…
Este dolor traspasa las generaciones:
¿Y esto qué es?
Te vas a divertir, le decían…
Sufriendo desde chiquillo:
¿Ya checaron si respira?
Era joven cuando llegó a la tienda:
Ya hasta es parte del muestrario:
Por cierto, si gustan cooperar con algunas imágenes igual de deprimentes que las anteriores, pueden mandárselas al administrador de la cuenta de Instagram al correo: miserablemenpics@gmail.com.
Para que nos valoren y dejen de pedirnos que las acompañemos.