El martes pasado una lluvia dejó en evidencia las condiciones en que se encuentra la recién remodelada Cineteca Nacional. Sin embargo, su director dice que son “vicios” que podrán resolverse.
Los asistentes a la 56 Muestra Internacional de Cine fueron testigos de cómo la lluvia que se presentó el pasado martes afectó a la recién remodelada Cineteca Nacional: dos de sus nuevas salas tuvieron escurrimientos, la nueva librería María Félix presentó goteras y baños y oficinas, así como la explanada central se inundaron.
El director del recinto cinematográfico, Alejandro Pelayo, señaló que fue por causa de la granizada que se presentaron dichas filtraciones de agua, ya que se obstruyó el drenaje y se impidió el flujo de agua, “el problema se resolvió y las actividades trascurrieron normalmente, pero por precaución suspendimos las funciones de las dos salas afectadas y ya estamos realizando la revisión de las fallas”, comentó.
Lo anterior no dejó de ser molesto para el público, ya que apenas el pasado noviembre de 2012 la Cineteca Nacional regresó a sus actividades luego de estar en remodelación por un periodo de 11 meses. El costo de tal empresa fue de alrededor de 600 millones de pesos y fue realizada durante la administración de Consuelo Sáizar al frente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).
Pese a lo ocurrido, el director de la Cineteca comentó que “lo positivo” fue que salieron a relucir las fallas de las remodelaciones realizadas, los “vicios ocultos”. Además, señaló que durante los próximos días se hará la entrega de la obra en su totalidad, por lo que se está a tiempo de reparar los daños: “la Cineteca cuenta con todo el apoyo del CNCA y de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para resolver todos estos problemas en los siguientes tres meses”.
Mientras tanto, las actividades en las salas que el martes pasado fueron cerradas se prevé serán reanudadas a más tardar este sábado, “siempre y cuando no haya habido problemas técnicos en cuanto a los equipos de producción, que están en revisión”.
Por otra parte, y dejando de lado lo polémico de las remodelaciones, Pelayo agregó que “la Cineteca luce rebosante”, además de mostrarse optimista por la respuesta del público a la actual Muestra Internacional de Cine, “buen síntoma es que nos rebasó el asunto de los boletos y en breve implementaremos la venta de boletos por Internet”.
¿Es la primera vez que pasa esto?
Ya hace algunos ayeres pasó lo mismo con la biblioteca Vasconcelos, el macro proyecto del sexenio foxista, que al final resultó que tenía goteras (¿en serio? ¿en una biblioteca?¿qué nadie piensa en los libros?).
La cosa es que el arquitecto siempre se ve embarrado con estos escándalos cuando son las constructoras las que no utilizan materiales adecuados y compran los más baratos.
¿No sería bueno que se revisaran este tipo de situaciones y, de encontrar el problema en los materiales o en los procesos, se castigara a la constructora? (y claro, a aquellos que le hayan dado la licitación que les den sus buenos correctivos).
Aquí hay una imagen para que vean cómo estaban las goteras en la biblioteca.
Pero ya nos pasó con la Línea 12 del metro y con la Autopista del Sol ¿cuántos casos más deben haber antes de que nuestras autoridades pongan orden ahí?
De antemano, con el escándalo de los moches y extorsiones que le hacen nuestros legisladores federales a los alcaldes, ya sabemos que son ellos los que piden que sean ciertas compañías constructoras las que tengan la licitación para hacer las obras.
Lo más indignante aquí es que la mala infraestructura podría poner en riesgo la vida de los ciudadanos.