Las condiciones climáticas no andan muy amables con Nueva Zelanda y es que llevan dos días pasándola de la fregada —pa’ qué les decimos que no— por culpa de los fenómenos naturales. Mientras se inundan tras el paso del Ciclón Gabrielle, les tocó sacudirse por un sismo bastante manchadón.
La magnitud del sismo superó los 6 grados y lo sintieron más de 60 mil personas.
“Ya era un momento estresante para las personas”, admitió el Departamento de Defensa de Nueva Zelanda tras confirmarse el sismo, mientras advertían que, si alguien necesitaba ayuda tras las inundaciones del ciclón, les escribiera.
Sismo en Nueva Zelanda
El Servicio Geológico de Estados Unidos confirmó que el sismo se sintió a las 7:38 de la noche para Nueva Zelanda y que tuvo una magnitud de 6.0. Para acabarla de amolar, el epicentro fue exactamente en el Estrecho de Cook, el pedazo de océano que separa las dos islas principales —la norte y la sur— que constituyen al país insular.
O sea, que el sismo fue sentido igual de gacho por ambos lados.
“El sismo arrancó con un fuerte jalón, seguido por más de 30 segundos de temblores”, contaba el Herald de Nueva Zelanda. Testimonios de las principales ciudades del país cuentan que se sintió bastante, sacudiendo casas, departamentos y sintiéndose lo suficiente como para evacuar algunos hogares.
Un avión que iba llegando a la ciudad de Wellington tuvo que posponer su aterrizaje. “Como si el Ciclón no fuera suficiente”, dijo el piloto a los pasajeros. “Wellington acaba de sentir un sismo”.
Y es que, justo como dijo el piloto, ahí es donde esta historia está más manchada.
Ciclón Gabrielle y sismo en Nueva Zelanda
Nueva Zelanda se encuentra batallando con el paso del Ciclón Gabrielle. Pero batallando en serio.
Las cifras oficiales dicen que hay al menos tres personas muertas y cerca de 5 millones de personas están afectadas —que es más de una tercera parte de la población del país. El gobierno de Nueva Zelanda declaró un histórico estado de emergencia que sería, apenas, la tercera vez en toda su historia.
“La severidad y el daño que estamos viendo no había sido experimentado en una generación”, dijo el primer ministro, antes de calificar al Ciclón Gabrielle como el fenómeno natural más agresivo del siglo.
La tormenta comienza a retirarse de Nueva Zelanda, pero los daños se mantienen.
Un reporte de la BBC comenta que las personas han tenido que nadar hacia zonas más altas después de que se desbordaran múltiples ríos. “Otros están siendo rescatados de sus azoteas”, comentan. La energía eléctrica está cortada mientras los restos de árboles caídos han destruido casas o los deslaves se han llevado pueblos enteros.
En fin, las cosas no andan sencillas en Nueva Zelanda y un sismo nocturno no ayudó nada para calmar los ánimos.