Una batalla que creímos nunca llegaría (no por imposible, sino porque ya se habían tardado): el rey de las “fake news” vs el príncipe de la “crisis está en su mente”. Ni a cuál irle para determinar cómo es que el Tratado de Libre Comercio (TLC) sigue con vida.
Aunque bien que se le cayeron los calzones cuando Donald Trump avisó que no le entraba al TLC, ahora que ya se aseguró su vida (aparentemente), el canciller mexicano, Luis Videgaray, presume que este hecho fue gracias al poder de convencimiento del presidente Enrique Peña Nieto.
Ayayay, ¿a poco sí? Según el hombre que llegó a aprender, EPN hizo una determinante llamada a su homólogo estadounidense la misma tarde en que ya todos daban por muerto el tratado comercial (o sea, el miércoles). Por medio de su filosa lengua, Peña Nieto le hizo ver al exótico republicano que la estaba regando: salirse del TLC generaría condiciones negativas, las cuales impedirían una renegociación constructiva del acuerdo.
Pues de que se dio la llamada, se dio. Pero en la versión igualmente desconfiable de Trump, EPN aplicó el “pégame, pero no me dejes”. Para qué describirlo, si aquí están las palabras. Chequen:
Hace tres días había tomado la determinación de dar por terminado al TLCAN, pero (anoche) me llamó el presidente de México y me pidió que por favor no lo abandonara, también me llamo el primer ministro de Canadá (pero ese güey no se arrastró tanto), cita Proceso al hombre de los labios seductores.
Porque no le gusta que le rueguen o porque EPN le pintó muy gacho el panorama, “haiga sido como haiga sido”, la noche del miércoles la Casa Blanca informó que Estados Unidos siempre sí seguirá en el TLC… eso sí, para no verse tan flexible, Trump advirtió que si en las negociaciones EPN no lo sigue tratando como se merece, agarrará sus chivas y se retirará.
Por su parte, Videgaray también dice que la permanencia de México en el acuerdo trilateral está en juego (ajá): si se establecieran restricciones al comercio “no permaneceríamos”, adelantó. Además, según reporta La Jornada, aseguró que tanto México como Canadá están más que listos para iniciar el ajuste al tratado.
