Los festivales de música aprenden algo de si mismos en cada edición. En su cuarto año, el Live Out aprendió que es un evento a prueba de agua. Una vez que sus asistentes y artistas se hicieron a la idea que en Monterrey el sábado 20 de octubre parecía El Día Internacional de La Lluvia, no hubo fuerza climática que parara el evento.

Esta edición será recordada por ser una de las que más artistas mujeres perfiló (esperemos que los defensores de la equidad de género hayan estado tomando nota), la que más actos emergentes tuvo y la que por fin acercó a México a The Weeknd.

Foto: Fer Vega

Nada dice mejor Noise Pop Shoegaze que 18 grados de temperatura con cielo nublado, así que para los tijuanenses de Mint Field el clima que enmarcó su set pudo haber sido parte de sus requerimientos técnicos. Fueron los primeros en sonar, seguidos de Slender Bodies, Alma y NomBe quien, luego de bajar al público durante su actuación y asomarse a otros de los escenarios del festival no encontró mejores palabras para el caption de sus IG stories que “La gente está muy loca”. Mucho antes de que The Weeknd cantara “Might Not” a la medianoche, su dupla en esta canción (y miembro de su disquera XO), el rapero Belly tomó el escenario Live Outdoor. Este bloque de “early birds”, en lugar de apoyos visuales, tuvo sus nombres proyectados en pantalla en tipografía gigante, asegurándose de que nadie regresara a su casa sin saber haberse grabado a un nuevo artista.

El primer gran cambio de mood en el line up del Live Out fue Benjamin Booker, el peculiar cantante que se sale de la norma musical de los afroamericanos al no hacer rap, soul o R&B. Considerado como la siguiente gran voz del rock, el canto rasposo de Booker y su fusión de blues, punk y soul son la clase de impacto que te hace querer recordar su nombre para escuchar más de él. “¿Cómo me dijiste que se llamaba?… Ah, Claro. Su nombre está en tipografía gigante detrás de él”. Aunque sus dos canciones clave, “Witness” y “Violent Shiver” no fueron tocadas con toda su fuerza original, su set fue el primer pulso cardiaco del line up.

Foto: Fer Vega (Bishop Brigss)

El mayor consejo que recibirás para poder entender los festivales de hoy es que no todos los artistas se ganan su lugar en el cartel por haber sido nominados a un Grammy o mencionados en Pitchfork. Hay generaciones enteras de talento que se hacen con reproducciones en YouTube y Bishop Briggs es una de ellas. La solista alt pop probablemente terminó más empapada que en su video “River”. A las 19:15, luego de horas de sintetizadores y pistas, Marian Hill, la banda más buscada en la app Shazam gracias a “Down”, tuvo a bien incluir algo de saxofón.

Foto: Fer Vega (Marian Hill)

20:00 hrs. El coctel de headliners tendrá indie folk, art rock, EDM y R&B.

Para demostrar que no es un one hit wonder, Vance Joy solo pidió la menor luz posible en el escenario y la luz de los smartphones de sus fans. Hacia el final de su show, el hombre que quizá ha causado la mayor alza de personas inscritas en clases de ukelele ya tenía congregado al público que daría clímax al Live Out.

Mientras que la mayoría de los artistas que pasaron por los dos escenarios principales dieron idea de a qué suena la música en el 2018, St. Vincent llegó para mostrar a qué suena la música del futuro. Annie Clark cantó sobre feminismo, distopía, resistencia política y se aseguró de personalizar y traducir al español las interacciones que tuvo con el público.

Foto: Fer Vega (St. Vincent)

Cuando se usa la palabra “adrenalina” como descripción de un show de EDM, lo primero que se piensa es el estado al que induce la pirotecnia, las luces, la estridencia. Pero en la presentación de The Chainsmokers, la adrenalina les vino al momento de tener que interrumpir su set por fallas técnicas que pararon el audio y mandaron sus pantallas a negros. Alex Pall y Andrew Taggart aceptaron el reto de demostrar de qué están hechos los artistas EDM y navegaron las fallas técnicas interactuando con sus fans. De mucha ayuda fue su baterista Matt McGuire, quien prendió fuego a sus batacas y se aventó un solo en llamas. Conclusión: todos necesitamos un baterista piromaniaco que gane tiempo y cree distracción cuando algo sale mal.

Foto: Fer Vega (The Chainsmokers)

Los djs suelen cerrar los festivales precisamente por la explosividad de sus actos, pero The Chainsmoker fueron penúltimos, dejando el nivel de show demasiado extasiado para el mood melancólico y solitario de The Weeknd. Para el “Starboy”, la pólvora quemada de Chainsmokers no fue problema alguno. Con un setlist reforzado de hits, temas de culto y covers, Abel Tesfaye convenció a los cincuenta y cinco mil asistentes del Live Out quienes, más que ver fuegos artificiales en el cielo, querían comprobar el hype de la omnipresente estrella del R&B.

Foto: Fer Vega

Por: Maximiliano Torres

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios