Hoy cumple 82 años el arquitecto, el originador, el innovador y el mejor cantante de Rock & Roll de todos los tiempos: Little Richard. No puede quedar duda alguna de que este hombre, mucho más que otros de sus contemporáneos, es la encarnación propia del espíritu y esencia del Rock & Roll tras escuchar cualquiera de sus piezas.
Debió haber sido muy duro para Richard haber nacido siendo negro y además descubrirse gay en su natal Macon, Georgia; consabida área de rednecks racistas y una población sumamente conservadora. Fue al escuchar el paso del tren junto a las vías donde vivía que se imaginó que el andar de la máquina de acero tenía un sonido rítmico, una musicalidad, misma que después comenzó a aplicar en sus primeras canciones que aún estaban basadas en temas de gospel.
Richard no quería quedarse lavando platos para siempre, y como odiaba a su patrón, comenzó a desarrollar frases fonéticas sin sentido para no tener que gritarle mil groserías (de ahí el “A-wop-bop-a-loo-lop-a-lop-bam-boom!”). “Tutti Frutti” fue su primer gran hit, la canción hizo estallar a la nación entera con su frenético ritmo y la salvaje voz de Little Richard, con sus hoy clásicos “Whooooo!” que han sido tratados de emular por generaciones por los más diversos cantantes (Paul McCartney y John Lennon entre ellos).
A partir de entonces llegaría una escalada de éxitos para Richard con fantásticos temas como “Rip It Up”, “Lucille”, “Jenny, Jenny”, “Good Golly, Miss Molly” y “Keep A-Knockin’”. Para apuntalar su estrafalario estilo, Richard también usaba una estrafalaria imagen con un enorme copete (mismo que se rumora se robó vilmente de otro cantante similar llamado Esquerita), delineador en los ojos y más adelante usaba capas, ropa brillante saltaba por todo el escenario volviendo loca a la audiencia.
En la cúspide de su carrera de repente dejó todo tras presenciar el lanzamiento del Sputnik (el cual pensó que era una bola de fuego llevada por ángeles), lo cual tomó como una señal de Dios de retirarse y predicar su palabra. Así Richard iba y venía de retiros espirituales, se dedicaba a grabar canciones de gospel pero también siguió actuando y llevando su frenético Rock & Roll en donde pusiera pie. Actualmente se recupera de una operación de cadera y en Junio tocó a sus casi 80 años en Washington. Celebremos pues hoy a este hombre sin el cual no el Rock & Roll hoy en día no sería posible.