El representante de la Iglesia Católica en México resta importancia a las acusaciones que recientemente se le han colgado, lo que le importa es que va a elegir al Papa.
A partir de mañana se realizará el cónclave con el que se elegirá al sucesor de Benedicto XVI, uno de los participantes en tan importante evento para la Iglesia Católica es el cardenal mexicano Norberto Rivera, quien no siente ninguna culpa tras ser incluido en la “lista negra” de una organización que representa a víctimas de pederastia clerical, a quienes les dedicó las siguientes declaraciones:
“Pueden seguir haciendo el ruido que quieran (…) Yo no tengo ningún problema si ellos desean continuar realizando propaganda para su organización. Hace muchos años realicé declaraciones, hace mucho tiempo que los tribunales de Estados Unidos me absolvieron y confirmaron que no tengo culpa alguna en este tema”.
El listado al que se hace referencia es al recientemente dado a conocer por la Red de Supervivientes de Personas que sufrieron Abusos por Sacerdotes (SNAP), titulado “La Sucia Docena”, en el que se repasan los nombres de purpurados que -de acuerdo a la organización- ni por error deben ser considerados “papables”, ni participar en la elección papal, ya que han sido tolerantes con religiosos pederastas.
De acuerdo a los integrantes de SNAP, los mencionados en esta “lista negra” rechazaron reunirse con las víctimas y criticaron las investigaciones periodísticas que denunciaban el abuso de menores por parte de religiosos.
Por su parte, Norberto Rivera ya se enfila para ser parte del grupo de élite que elegirá al próximo Papa, y ya vislumbra más o menos cómo tiene que ser: “Hasta ahora no se ha dado una unanimidad respecto al perfil, nosotros agradecemos a Dios que exista tanta diversidad y que cada quien diga su propio perfil (…) El elegido debe ser completamente distinto a todos ellos y debe contribuir con sus propios carismas. No puede ser repetición de otro pontificado”
