¿En qué lugar dan más chamba a quien deja las cosas a medias? Pues, al parecer, en el gobierno federal. Pero esa época de Godínez incumplidos se acabará, según advirtió AMLO: ya no habrá licitaciones para empresas que dejaron obras incompletas.
¿Y se les exigirá terminarlas? Ehhrrr… pues parece que no, pero – entonces – para que no vuelvan a verle la cara a la administración en turno, el presidente electo adelantó que se promoverá una ley con la que se impedirá que las empresas que hayan dejado las obras “tiradas” no puedan participar en nuevas licitaciones.
“Se acabó el influyentismo, la corrupción”, aseguró el tabasqueño que, durante su sexenio, encabezará unas cuantas megaobras, tale como la finalización del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, el Tren Maya, dos nuevas refinerías el corredor Transístmico y el tren México Querétaro.
Además de cerrarle las puertas a las empresas incumplidas, López Obrador aseguró que en su sexenio estará prohibido – por ley, no nomás de habladas – que las empresas apliquen la tradicional maña que caracterizó a obras como la Suavicrema, el Paso Exprés, lo que va del NAICM en Texcoco y… bueno, cuanta obra pública se realiza en el país.
¿Cuál de todas las irregularidades? Ahhh pues la mañosa costumbre de iniciar con un presupuesto y luego, poquito a poquito, aumentar el costo de la construcción. “A los tres meses, a los 6 meses empiezan a pedir ampliaciones”, criticó el futuro mandatario. Como ejemplo de la falta de correcto cálculo económico que padecen muchos de los que chambean con dinero del erario, AMLO recordó lo que está costando el tren México-Toluca que, de 30 milloncitos en los que fue vendido, terminará costando poquito más del doble.
La declaración de AMLO cayó justo cuando la organización México Evalúa presentó el proyecto “Ojos a la Obra”, con el cual se le pide al presidente electo transparentar todos los procesos de licitación, con el objetivo de dar certeza de que la infraestructura que se construya en el país serán de calidad. Pues para que no pase lo mismo que con el NAICM, el cual tuvo un costo inicial de 168 mil 880 millones de pesos… y ahora está en más de 285 mil millones de pesos: 68% más de lo que inicialmente se estableció.
En fin, todas estas promesas que auguran que no volveremos a hacer los corajes que alguna vez Felipe Calderón nos hizo pasar con la construcción de la Estela de Luz se llevaron a cabo en el marco del llamado Tour del agradecimiento que ahora pasó por Tabasco, entidad donde – por cierto – AMLO tiene ojo sobre la refinería de Dos Bocas, a la cual se le pondrá al tiro para que su producción petrolera sea de 2 millones 500 mil barriles.
