Sur+ sigue demostrando ser una editorial extraña. Afortunadamente se dedica a publicar libros que retan con gran facilidad el horizonte de expectativas del lector, es decir, imprime ese tipo de historias y ensayos que nos urge leer: los anómalos, los que mastican con alegría nuestro presente y escupen una original y a veces desconcertante propuesta.
La suma de los ceros se inscribe muy bien en el catálogo de Sur+. La novela es de Eduardo Rabasa (cofundador también de la magnífica editorial Sexto Piso), y es de las mejores lecturas con las que me he encontrado este año.
La novela se desarrolla en uno de los espejos más espeluznantes en donde la sociedad se puede reflejar en su totalidad: una unidad habitacional.
Pero no piensen que este es un drama de vecindad de aquellos de nuestro cine de oro. Se antoja decir que esta novela pertenece a la misma tradición que las grandes novelas distópicas norteamericanas, sin embargo, la cosa no es tan sencilla. La suma de los ceros cuenta la historia de Max, un joven que vive en Villa Miserias, la unidad habitacional que es todo el universo de la narración.
El sistema (político y conductual) que sostiene los cimientos de Villa Miseria es tan fantástico al inicio que después es terrorífico lo tanto que se parece a la forma en que hacemos política los humanos. Como en muchas unidades habitacionales, se elige a un presidente del consejo. En Villa Miserias, el presidente es siempre seleccionado por un titiritero (a veces persona, a veces sistema mismo) que se encarga de perpetuar y extender el régimen en el que viven los residentes.
Hasta que Max decide oponerse al candidato oficial…
Si bien, las micropolíticas de Villa Miserias reflejan de forma espeluznante nuestros traumas y prácticas a la hora de celebrar elecciones (literalmente, a la hora de decidir la mejor forma de convivencia), la novela no se queda en la crítica a veces deseperanzadora de qué intereses mueven nuestras formas de coexistencia, sino que también construye, de forma paralela, historias inteligentísimas y muy bellas.
Es aquí donde la narración de Rabasa se separa de muchas otras novelas que llenas de teorías políticas. La suma de los ceros es también un compendio de pequeños relatos fascinantes, que exploran la vida de los personajes y que podrían leerse aparte de la narración principal. Rabasa ensaya de manera muy entretenida sobre el lenguaje y sus límites, sobre la niñez y sus ominosos traumas, y el amor como la más complicada rutina de los afectos.
La suma de los ceros puede seducir a todos aquellos valientes que quieren echarle una mirada a los complicados y vertiginosos engranes que construyen los miedos y aspiraciones de las sociedades actuales.
Para que se animen todavía más a leer este gran libro, Eduardo Rabasa nos concedió una entrevista para sopitas.com, y aquí se las dejamos para que le echen un ojo.
Por Luis Miguel Albarrán @Perturbator
