Editorial Almadía publica Ciudad Fantasma Relato Fantástico de la Ciudad de México (XIX-XXI), una antología realizada por Bernardo Esquinca y Vicente Quirarte y la ciudad nunca te había dado tanto miedo.

Nuestra Ciudad es ella misma una criatura fantástica. La Ciudad de México no deja de convulsionarse desde muy temprano y hasta bien entrada la noche, es un animal que ruge a través de los motores de sus máquinas y cuya piel está llena de cicatrices/baches, es también una criatura feliz, activa, que consume y crea, que atrae y repele.

La Ciudad no puede escapar tampoco a ser relatada, a la tradición oral que ha hecho vivir en sus calles a los más aterradores seres. Ciudad Fantasma recoge de la pluma de los más experimentados escritores mexicanos los relatos fantásticos alrededor de las calles de nuestra colosal ciudad, las leyendas, los aparecidos, las cosas imposibles que sí pasaron.

Vicente Quirarte y Bernanrdo Esquinca han hecho una fina curaduría en este tomo: José Emilio Pacheco, Sergio González Rodríguez, Mauricio Molina, Alberto Chimal, Alfonso Reyes y más, se encargan de contarnos por qué la Ciudad de México es sobre todo, insólita.

Como sabemos que hay muchos de lectores de Sopitas.com a los que les encantan los cuentos perturbadores, Bernardo Esquinca, uno de los antologadores de este libro y autor de los libros Demonia, Los niños de paja y La octava plaga, entre otros, nos ha concedido una entrevista para hablar de esta antología y del difícil arte de hacer lo imposible necesario: la literatura fantástica.

Luis Miguel: Cómo estás.

Bernardo Esquinca: Muy contento de estar en sopitas.com, soy fan.

LM: Ya hay muchas narrativas alrededor de la ciudad de México, ya se ha hablado de las historias alrededor de su construcción por ejemplo  pero Vicente Quirarte y tú han decido explorar una parcela específica de estas narrativas, el relato fantástico alrededor de la ciudad, de lo insólito que ocurre aquí desde el siglo XIX hasta nuestros días. ¿Por qué escoger esta visión de la ciudad?

BM: Bueno, como tú bien mencionas, la Ciudad de México ya ha sido narrada de muchas formas, incluso a través de varias antologías literarias pero estoy seguro que no existe una como ésta, una del relato fantástico que por desgracia es un género muy poco socorrido en la historia de la literatura en México, se le ha menospreciado, se le ve como si fuera un poco de segunda división, incluso le llaman subgénero. Creo más bien que existe sólo literatura buena o mala.

Y como no existe una tradición literaria en México de relato fantástico hay cosas aisladas que quisimos reunir precisamente en Ciudad Fantasma para hablar de un canon de los autores que sí se han animado, aunque sean pocos, a abrazar sin ningún prejuicio el relato fantástico sobrenatural. Por eso esta antología es tan peculiar, porque a través de sus páginas vamos a ver lugares que para todos nosotros son cotidianos, como el Centro Histórico, como los túneles del metro, como Tlalpan o el bosque de Chapultepec pero mientras transitan por estos lugares, vampiros, fantasmas, espectros y todo tipo de presencias amenazantes y esto nos da una lectura muy refrescante y muy inquietante de la Ciudad de México que no es la de todos los días.

LM: Ésta se podría llamar una antología del rescate pues, a pesar de que incluyen autores muy conocidos ya como Carlos Fuentes o Alfonso Reyes, también retoman unos un tanto más oscuros para el lector. ¿Fue su intención también rescatar estos otros autores que no están en un circuito de ventas gigantesco?

BE: Sí, la intención era hacer no sólo una mezcla de épocas (siglo XIX, XX y XXI), sino también hacer una mezcla en la que hubiera autores sumamente reconocidos  pero  también meter autores jóvenes, algunos muy conocidos como Alberto  Chimal o Ignacio Padilla y otros menos conocidos como Vivina Camacho o incluso una autora inédita que cierra el volumen dos y que es egresada de la Fundación para las Letras Mexicanas y que no ha publicado un libro; aquí, en Ciudad Fantasma, debuta. Entonces sí tenemos una mezcla de autores que le estamos presentado al lector para que los descubra.

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LM: Es cierto que el relato fantástico no es un asunto efectista, se puede decir que hay algo más allá de sólo contar una historia que asuste. El miedo puede ser una herramienta, puede ser utilizado para muchas cosas, no se diga nada más en lo artístico sino en lo político por ejemplo, ¿el miedo tiene un programa en tu literatura?

BE: Uso la literatura de terror que me parece una herramienta para hablar de temas importantes, el miedo me parece una consecuencia pero no es mi objetivo principal.  Me gusta explorar el lado oscuro del alma humana, me parece que ahí hay claves importantes para entender por qué el ser humano se comporta como se comporta, no nos gusta mirar hacia el abismo, preferimos mirar hacia otros lados pero me parece que es necesario hacerlo porque ahí hay claves o al menos más preguntas.

LM: Se puede decir que vivimos en una época del miedo, a las nuevas generaciones se les ha dicho permanentemente que el mundo se nos acaba, que se acaba el agua, que la guerra está acechándonos, que no hay trabajo y que vivimos bajo la sombra del meltdown económico,  buscamos cualquier pretexto para que se nos acabe el mundo, el milenarismo, el papa negro y profecías mayas, pareciera que queremos vivir en la paranoia. Esto no es nuevo pero sí es sintomático de las generaciones jóvenes. ¿Cómo abordas este vivir en el miedo?

BE: Es muy interesante lo que mencionas porque sí vivimos en una cultura del miedo, siempre ha sido una herramienta muy poderosa para conseguir muchas cosas, pareciera que hay un auge de esto porque vivimos en un mundo hiperconectado y estas ideas se contagian mucho más rápidamente. El tema ya ha sido explorado, la teoría del shock y cómo el miedo se inocula en una sociedad para conseguir ciertos fines pero creo que  la literatura del terror es lo contrario a eso, se podría decir que ver el miedo con fines políticos es la parte jodida, es la parte deleznable y en cambio la literatura aborda el miedo desde una perspectiva favorable para la gente porque la literatura de terror evade imitar la realidad, evade copiar el mundo vulgar en el que vivimos, inventar miedos para hablar de los miedos reales, inventar personajes imaginarios o fantásticos, un mundo que nos habla de este mundo desde otra perspectiva.

La literatura de terror cumple una función muy noble al decirle al lector que muchos comparten sus miedos y los acerca a través del arte.

La literatura de terror se opone al miedo más burdo y al más cobarde, busca contrarrestar los miedos maniqueos manipuladores que buscan aprovecharse de la gente.

Ciudad Fantasma Relato Fantástico de la Ciudad de México (XIX-XXI) Tomo I.

Antología de Bernardo Esquinca y Vicente Quirarte.

Editorial Almadía.

 Por Luis Miguel Albarrán

@Perturbator

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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