A lo largo de estas páginas, el autor nos ofrece la historia de Leónidas Eitingon conocido por ser el autor intelectual de la denominada “Operación Pato” que consistió en asesinar a Trotsky por órdenes directas de Stalin.
El verdadero nombre de Eitingon era Nahum Isaakovich Eitingon, de origen judío, se afilió desde muy joven al Partido Social Revolucionario. Su misión más importante surgió bajo las órdenes de Stalin: asesinar a León Trotsky, exiliado en la ciudad de México desde 1937. Leonidas eligió al hijo a Ramón Mercader, hijo de su amante y cómplice durante la guerra civil española, como el encargado de concluir la Operación Pato bajo la identidad de Jacques Mornard.
El 20 de agosto de 1940, Lev Davídovich Bronstein, alias León Trostsky, el ideólogo más importante de la revolución bolchevique fue asesinado de un golpe en la cabeza con un piolet, mientras alimentaba a sus conejos y gallinas.
Tras la detención de Mercader, un guardia lo vigiló día y noche para evitar que se suicidara, Mercader o Mornard confesó que asesinó a Trotsky porque lo desilusionó como líder político. Sylvia Ageloff, la novia de Mornard, también fue detenida, la esposa y los colegas de Trotsky consideraban que era inocente, que tan sólo había sido un instrumento para que el asesino se acercara al teórico y revolucionario. A partir de este momento se relatará la vida del asesino en la cárcel, conspiraciones para asesinarlo y los intentos fallidos de Leónidas para sacarlo de ahí.
El autor nos muestra documentos de una investigación realizada en el Archivo Nacional de Seguridad estadounidense y relata la historia de Ramon Mercader; en dichos documentos aparecen detalles reveladores como el primer atentado fallido contra Trotsky orquestado por David Alfaro Siqueiros y Vicente Lombardo Toledano, además del asilo que le brindó Pablo Neruda a Siqueiros; los planes que tenía Alemania de crear la primera bomba atómica del Tercer Reich.
También hablan del Proyecto Manhattan, que era sobre la bomba de uranio. Una de las primeras tareas del departamento fue capturar a los científicos alemanes que estaban trabajando en los proyectos atómicos.
Las operaciones secretas de Stalin en México, publicado por Debate, con seguridad atrapará al lector.