Cuatro de los detenidos por estar presuntamente implicados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron liberados bajo reserva de ley ya que un juez federal concluyó que no existían elementos probatorios en su contra para sostener un juicio.
Se trata de Marco Antonio Ríos Berber “El Cuasi”, Luis Alberto José Gaspar “El Tongo” y Martín Alejandro Macedo Barrera “El Becerro”, quienes son presuntos integrantes de Guerreros Unidos, así como a Honorio Antúnez Osorio “El Patachín”, expolicía municipal de Iguala, Guerrero.
Sin embargo, la libertad bajo reservas significa que la Procuraduría General del República -PGR- puede volver a acusarlos penalmente si obtiene otras evidencias en contra de ellos.
Los cuatro fueron liberados del delito de delincuencia organizada, pero además Macedo y Ríos Berber quedaron libres también de secuestro en agravio de los 43 estudiantes desaparecidos. Es el primer fallo dictado en la causa penal donde judicialmente se determina que la PGR no tiene elementos para probar, ni siquiera inicialmente, que los hombres estaban involucrados.
¿Las pruebas eran insuficientes?
El diario Reforma refiere que una fuente del Poder Judicial de la Federación aseguró, que el juez anuló las confesiones que ya se tendían de los cuatro detenidos porque existían indicios de tortura. Y luego de que decidió no tomar esas pruebas, estimó que el resto de lo que tenía era insuficiente.
Dos de ellos, Macedo y Berber habían confesado en sus declaraciones ser los asesinos y responsables del traslado de 17 de los normalistas a Pueblo Viejo para tirarlos en fosas, hasta es señalaron a las autoridades dónde estaban las fosas.
En el caso del expolicía de Iguala, Antúnez, admitió que fue un oficial de barandilla quien entregó a los 43 normalistas a sicarios de Guerreros Unidos, agentes de Protección Civil y del Grupo de Reacción Inmediata de la Policía Municipal para luego desaparecerlos.