Como las personas en Iztapalapa no se portaron muy bien durante el carnaval del fin de semana pasado —hubo un muerto y diez heridos después de una riña a balazos—, la administración de la alcaldía tomó una decisión para que Semana Santa no se les salga de control: desde el primer minuto del miércoles 17 hasta las doce de la noche del domingo 21 habrá ley seca en toda la demarcación.
Obvio, no iban a dejar que se les “altere el orden ni la seguridad público” después de que se gastaran 5 millones de pesos en montar su tradicional Pasión de Cristo.
De acuerdo a la publicación de Clara Brugada —la alcaldesa— la prohibición de vender alcohol estará presente en todos lados: abarrotes, tiendas de autoservicio, tiendas departamentales, supermercados, vinaterías y “en cualquier otro establecimiento mercantil similar en el que se expendan bebidas alcohólicas de cualquier graduación”.
La próxima ley seca tiene contempladas prohibiciones en cervecerías, cantinas, pulquerías, hoteles, salones de baile y fondas. Además, no se podrá vender alcohol en romerías y ferias temporales que quieran aprovechar la ocasión. Es más, hasta estará prohibido darlas gratis.
Esta medida sí toma de sorpresa a varios habitantes de Iztapalapa pues la tradición de pasar sobrios estas fechas ya casi se había eliminado. Por ejemplo, en 2018 se canceló la ley seca pues “confiaban en la responsabilidad y madurez de los ciudadanos” y tampoco se había realizado en 2017.