Bueno, bueno, no se vayan a indignar todavía, porque, aunque parece que a los legisladores de las comisiones dictaminadoras les importa más el fucho que una de las reformas más importantes del país, no es una mala idea que se vayan a ver el juego, para que así no se empalmen ambas actividades y podamos checar, tanto la discusión, como el partido (y así todos somos felices…bueno no, seremos felices cuando veamos que aprobaron buenas leyes secundarias tanto en la reforma Energética como en la #LeyTelecom).
Así que hoy todo el país podrá estar tranquilo viendo el partido, pues los legisladores…bueno, también lo harán (solo esperamos que no nos la vayan a jugar y a la mera hora aprueben todo en fast-track o como dice mi abuelita «al chingadazo»).
Con el voto del PRI, el PVEM y el del único senador del PAN que asistió, se aprobó también que se sesionara el sábado y el domingo, pero solo por la mañana. El perredista Alejandro Encinas preguntó si los cambios eran para que los legisladores pudieran ver el futbol, a lo que les contestó el priista David Penchyna:
«Para que lo vea también usted»
A lo que contestó el también ex Jefe de Gobierno del DF:
«Yo no soy aficionado»
Y entonces propuso que se trabajara el fin de semana todo el día.
José Ascensión Orihuela se declaró un «profundo aficionado a este deporte»
Entonces el perredista Zoé Robledo le regaló una televisión pequeña (es la de la imagen principal).
Y así, mis queridos sopicuates, se rompió la tensión de las discusiones sobre las leyes secundarias de la reforma energética…pero ¿por qué estaban tan tensos y por qué no hay panistas en la mesa?
¿Dos mesas de discusión?
Si han estado siguiendo las discusiones, seguro han visto que los perredistas están en contra de que se aprueben las leyes secundarias en fast-track, dicen que es ilegal, pero los priistas y panistas dicen que no lo es, que es legal y que debería hacerse. En lo que se ponían de acuerdo el líder de la bancada panista, Jorge Luis Preciado, dijo que ahí los dejaba con su debate que él se iba a arreglar las discusiones sobre esas leyes directamente con el Gobierno federal.
Los perredistas, naturalmente, se enojaron ¿cómo iban a discutir las leyes secundarias en la comisión general, si el PAN estaba haciendo sus propios tratos con el Gobierno federal? Y si él iba a hacer eso ¿qué estaban haciendo ahí los senadores panistas, de qué iban a hablar si no conocían los tratos que estaba haciendo su partido?
Al otro día de que comenzaron las discusiones los panistas dijeron que con los perredistas no se podía discutir y que mejor se iban a dedicar a arreglar la reforma con el Gobierno federal (pueden hacerlo, el PRI tiene mayoría y solo necesita el voto de varios panistas para aprobar las leyes secundarias). Así que se retiraron de las discusiones en el Senado. Es por eso que ahora hay dos mesas de discusión, la del Gobierno federal y el PAN y la de todos los partidos en el Senado, menos el PAN.
Y así, jóvenes ilustres, es como funciona la democracia en nuestro país.
¿Y qué se está discutiendo ahora (en el Senado)?
El Senado, por su parte, pretende modificar la iniciativa del presidente Peña de la nueva Ley de la Industria Eléctrica para incrementar las sanciones que se aplicarán a los operadores del sector.
De acuerdo con el proyecto de dictamen que se distribuyó ayer en la noche a las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos, las penas económicas pasaran del mísero 0.5 % a un más interesante 2 % de los ingresos brutos percibidos en el año anterior por incurrir en cualquiera de las faltas contempladas en un listado de 16 incumplimientos.
Una de las infracciones es la suspensión del servicio de transmisión o distribución de forma generalizada sin causa justificada (eso casi casi sería un atentado, pues significa dejar sin energía a un sector sin razón alguna).
También se propone incrementar la sanción mínima de 10 mil a 50 mil salarios mínimos por incurrir en cualquiera de las nueve situaciones contempladas en el proyecto.
El castigo aplicará por ocultar información a la autoridad, realizar labores de mantenimiento sin autorización, así como incumplir disposiciones en materia de calidad, confiabilidad y seguridad.
Las sanciones mínimas también pasarán de 2 mil a 10 mil salarios mínimos cuando se suspenda el suministro al usuario final sin causa justificada, no se cumplan las condiciones generales para la prestación del suministro eléctrico o se impida el acceso a los verificadores y subinspectores, entre otras.
Además se establece que la industria eléctrica se considera de utilidad pública y que procederá a la constitución de servidumbres, ocupación, afectación superficial o incluso la expropiación de los terrenos necesarios para la realización de sus actividades.
Y bueno, ya terminaron las discusiones del dictamen en lo general.
Críticas
Algo que denunció la senadora Dolores Padierna fue la invención de la «utilidad operativa» y es que esta figura permitiría a las empresas la «recuperación de costos» y posibilita que hagan tranzas, pues podrían inflar sus costos, disminuir sus utilidades y quedarse con ese varito.
Por otro lado, Manuel Bartlett Días (PT), advirtió que las trasnacionales quedaron exentas de pagar utilidades a su personal y los trabajadores de Pemex y ce la CFE perderán sus derechos laborales.
Piden que les den tiempo en la TV
A pesar de que la Secretaría de Gobernación ya respondió que una cadena nacional de 10 minutos diarios en los horarios estelares de las televisoras generaría incertidumbre entre los concesionarios, el Senado insistió ayer a la dependencia que gestione el uso de los tiempos oficiales para difundir cápsulas informativas del debate energético (no se nos hace una locura, dan más tiempo a otro tipo de cosas menos relevantes).
El PRD insistió en que esta cadena nacional es viable, porque los artículos 59 y 62 de la Ley Federal de Radio y Televisión regulan la posibilidad del uso de los tiempos oficiales por parte de los Poderes de la Unión, como el Senado, y no solo para el Ejecutivo.
El perredista Zoé Robledo explicó que solicitar la transmisión de cápsulas de 10 minutos en horarios de transmisión de programas de variedades o novelas no es ningún exceso, porque se trata de que la gente conozca con la máxima publicidad las posiciones de los diferentes partidos respecto a un tema que es de trascendencia.
Y bueno, así van las discusiones, a ver si al final no sale un dictamen sorpresa y ultra secreto y lo aprueban todos sin haberlo leído siquiera (eso mismo hicieron para aprobar la reforma energética).
