El 15 de abril de 2013, Rebekah Gregory DiMartino se encontraba muy cerca de la línea de meta del Maratón de Boston, a sólo unos metros del sitio donde los hermanos Tamerlan y Dzhokhar colocaron dos artefactos explosivos de fabricación casera.
Esa mañana, el mundo entero se cimbró al enterarse que un atentado terrorista había tenido lugar durante la celebración del Maratón de Boston, considerado uno de los más importantes del mundo.
Aquella trágica mañana, Rebekah fue alcanzada por la explosión pero logró sobrevivir. Lamentablemente sufrió varias heridas que le impidieron seguir siendo la misma. Tras 15 operaciones en su pierna izquierda, ésta seguía sin poder recuperarse, tenía dolor constante y dependía de sillas de ruedas o muletas que le impedían llevar una vida normal.
Aún así siguió poniéndole todo el ánimo a la vida, impulsada por el amor de su esposo, y de su hijo Noah, de 7 años.
Aquí la vemos rompiendo en llanto tras cruzar la meta en una silla de ruedas, durante la carrera que se llevó a cabo el pasado 19 de abril, como un homenaje a las víctimas del atentado en Boston:
Debido a los problemas de salud que seguía presentando, a sus 27 años tomó la decisión de amputarse la pierna por debajo de la rodilla. Contrario a lo que muchos podrían pensar, lejos de deprimirse o ver todo negativamente, Rebekah afrontó este transe con valentía y optimismo.
“Todos los días elijo contar mis bendiciones en vez de mis problemas y tratar de ver la belleza en el más feo de los líos”.
Así decidió escribirle una carta a su pierna, poco antes de que le fuera amputada. Aquí la carta:
Hola, soy yo.
Estoy segura de que no va a ser una sorpresa para ti cuando digo que hemos crecido aparte. El amor que una vez tuvimos ha disminuido, y esta relación se ha convertido en una carga real en mi vida. Hemos visto un montón de lugares, hecho un montón de cosas, y me ayudaste a dar los pasos más difíciles. Me comprometo a atesorar siempre esos recuerdos. Y no estoy diciendo que esto no es difícil para mí. Lo es. Pero tan difícil como puede ser seguir juntos, siento que nuestro tiempo ha llegado a su fin. Todos los días debería sentir que tengo una relación contigo, que me estoy convirtiendo en una mejor persona. Y desde hace mucho tiempo no me he sentido así. En lugar de eso, siento que me estás deteniendo para realmente alcanzar todo mi potencia. ahora, probablemente, es bastante difícil de entender, pero nunca te he mentido y no planeo empezar ahora. Necesito de ti algo que no me puedes volver a dar. Y la empatía que necesitas ya no la puedo manejar. Te amo. Realmente lo creo. Pero creo que tengo que empezar la próxima etapa de mi viaje. Así que con esto dicho, he cerrado un certificado de regalo que espero que vayas a utilizar. Ve por ti mismo a tu último pedicure y disfruta de ella porque mañana… Te cortaré de mi vida para siempre.
Te deseamos lo mejor donde que vayas.
Rebekah.
Y así fue, previo a la operación, Rebekah se realizó un último pedicure y sobre su pierna mal cicatrizada escribió “No eres tú, soy yo.”
La cirugía duró una hora y fue todo un éxito. Tras la operación, en su Facebook publicó varias fotografías, las cuales acompañaba de mensajes positivos:
No debe ser fácil perder una pierna, por eso la actitud de Rebekah es aleccionadora y muy valiosa para quienes solemos quejarnos por cualquier problemilla cotidiano.
Ahora su próximo reto es correr con prótesis el Maratón de Boston en su edición 2015. Y saben, estamos seguros que lo logrará.