La Navidad es esa época mágica cuando las cuentas de luz llegan muy caras. Todos nos emocionamos con las series de luces, y algunos se emocionan de más. Es el caso de las autoridades de Budapest, Hungría.
El fanatismo de los aquineos (o los “budapesteanos”, para los que no saben nada) es exagerado. Como podemos ver en estas fotos, en Navidad combinan su gusto por las luces parpadeantes con las ilusiones ópticas, lo que produce algunas imágenes alucinantes. Definitivamente si el Metro se convirtiera en una máquina del tiempo, luciría así.