Tomarse una selfie es un proceso que en teoría debería de ser sencillo, pero cuando es llevado a la práctica, es algo que requiere de mucha planeación pues el más mínimo error y puedes terminar en una nota como la que estás leyendo.
En la época de los antiguos romanos, uno podía agarrar cualquier celular, tomarse una selfie y subirla a Facebook o Instagram, pero un día llegó Ellen DeGeneres y convirtió esa bonita actividad en toda una competencia.
Ahora, todas las selfies deben de tener algo que la haga ser única, algo que haga que la gente diga “le voadar laic” y muchas veces, en esa búsqueda del elemento laiqueable, los humanos van más allá y terminan haciendo cosas como las que les presentamos a continuación:
Tomarse selfies no es una competencia, pero Ellen DeGeneres va ganando.