Por mucho tiempo hemos pensado que no hay mejor forma de reponernos anímicamente tras una ruptura amorosa, que con un buen acostón. ¿Será?
Ya lo dicen los clásicos (osea nuestras abuelitas): “Un clavo saca a otro clavo”. A menudo hemos escuchado la historia del o la despechada, que tras terminar una relación termina teniendo sus “que-veres” con quién menos se pensaba. ¿Por qué ocurre esto?
De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Missouri, y que fue publicado recientemente en la revista Archives of Sexual Behavior, aquellas personas que van saliendo de una relación de pareja, están más predispuestas a tener sexo ocasional con otras personas.
Ignoramos por qué esta universidad está invirtiendo recursos en investigar sobre asuntos del corazón, pero por lo pronto, estos científicos quieren encontrar las causas que llevan a una persona a buscar sexo una vez que acaban de mandarlo al carajo. Tras los estudios, se concluyó que el fenómeno que en inglés es conocido como Rebound Sex, sí existe y consiste en tener sexo a modo de venganza o para hacerle frente a los sentimientos negativos generados tras el desencanto amoroso.
En el estudio de la Universidad de Missouri participaron 170 estudiantes heterosexuales de licenciatura, quienes recientemente habían tenido un rompimiento. Durante 8 meses, estas personas fueron entrevistadas, lo que reveló varios datos interesantes, como por ejemplo, que un tercio de los encuestados recurrieron a tener “sexo por venganza” durante las primeras cuatro semanas posteriores al rompimiento.
Este recurso empleado para canalizar el dolor fue más recurrente en aquellos que finalizaron una relación larga, o bien, en quienes fueron abandonaron. Todo lo contrario ocurrió con quienes decidieron terminar la relación, pues ellos recurren menos a este método.
No vaya a creer el lector, que eso de salir de una relación y buscar el consuelo en la carne es lo mejor, pues en el mismo estudio se advierte que quienes así lo hacían, si bien manejaban mejor sus niveles de coraje y estrés, también tardan más en reponerse de la ruptura:
“Para algunas personas, tener sexo con una nueva pareja es saludable y necesario para seguir adelante. Sin embargo, el hecho es que aquellos que reportaron usar el sexo para lidiar con la ruptura o superarla, continuaron haciéndolo hasta ocho meses después, sugiriendo que, al menos para estos individuos, tal comportamiento significo una falta de recuperación e incapacidad de continuar con sus vidas”.
En general, la angustia de los abandonados alcanza sus nivel más bajo entre la semana 25 y 28 después del rompimiento. Osea, que para estar chidos después de una relación sentimental tendrá que pasar más o menos medio año. Otro aspecto a considerar es que los niveles de autoestima en las y los cortados, no sufren alteraciones significativas durante el proceso de duelo.
Sopiconsejo: Entonces, sí siempre han querido darse a un amigo o amiga y se enteran que su pareja acaba de cortarlo ¡aprovechen, igual y por fin se les hace!
Por cierto, ¿hace cuánto se divorció Katy Perry?
