El mundo es un lugar lleno de talento, de visionarios que pueden transformar cualquier material en una obra de arte y claramente ninguno de esos visionarios estuvieron involucrados en la creación de estas estatuas de cera de celebridades.
Es increíble que existan personas que vieron estas figuras y dijeron “sí, perfecto, ponla en exhibición”.
Michael Jackson, la Princesa Diana y Adam Sandler deben de estar revolcándose en su tumba. Los que no están muertos de la galería, desearían estarlo. Y si quieren ver la primera parte, es por acá.
Así de mala es, dense: