El mundo científico está lleno de investigaciones que intentan descubrir las funciones del universo, la materia, la física, el cuerpo humano, con la finalidad de ayudar a la humanidad. Pero también hay otros estudios que no tenemos idea qué les pasó por la cabeza al plantear su hipótesis.
La capacidad de los trozos de carne de cerdo para detener hemorragias nasales, el uso de popó de bebé para curar embutidos como el fuet y la capacidad resbaladiza de una cáscara de plátano, son algunos de las ganadores de los premios Ig Nobel 2014, un premio para los estudios más absurdos del año.
El premio Ig Nobel de Física, fue para un equipo japonés que “descubrió” los peligros de pisar la piel del plátano en su investigación: “Coeficiente de Fricción bajo una cáscara de plátano” donde descubrieron que tiene un 0.07, por lo que no es tan peligroso (ni modo Mario Kart).
También se reconoció la investigación que demostró el dolor que se siente cuando miras un cuadro feo, el hecho de que un gato puede ser un peligro para la salud mental y otro que analiza que la gente que se duerme muy tarde tiene tendencias psicopáticas.
Una de las más chistosas, por no decir absurdas, fue aquella donde buscaron demostrar cómo reaccionan los renos a la gente disfrazada de osos polares.
Por último, “científicos” de la República Checa, Alemania y Zambia concluyeron que los perros prefieren defecar alineando su cuerpo de norte a sur, por el campo geomagnético de la Tierra.
Creemos que Sheldon Cooper diría “Bazinga!!” al terminar cada una de estas presentaciones.