En su nota para el País, Raquel Seco nos da información desconcertante sobre las llamadas microviviendas construidas en el Estado de México y otras partes de la república.
Las microviviendas, son el resultado de la iniciativa Ciudades Bicentenario, lanzada en el Estado de México en 2007, durante la administración de Enrique Peña Nieto. Se trata de casas de apenas 28 metros cuadrados en las que, según cuentan habitantes como Antonina López, “Pensamos que tendríamos que elegir entre las camas y nosotros.”
Grandes colonias de las microscópicas casas de esta clase fueron construidas durante el gobierno del entonces gobernador y actual presidente de México. Hoy, muchas de ellas se encuentran abandonadas por sus limitadas condiciones. Tan sólo en Zumpango, 29 mil 300 de las 73 mil 400 viviendas están deshabitadas.
“Dicen que por aquí los cuadros de la última cena están divididos: seis apóstoles en una casa, seis en otra”, bromea Silvia Martínez sobre el tamaño de su hogar, que cuenta con sólo una habitación y una cocina casi simbólica. No obstante el tamaño, tanto Silvia como Antonia deberán pagar los 600 mil pesos de préstamo del Infonavit durante los restantes 15 años.
Seco explica que en México existen 290 mil viviendas abandonadas, es decir, casas desocupadas y deterioradas cuyos pagos han dejado de realizarse; esto según información de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano. A su vez, de los 35.6 millones de casas en el país, cinco millones se consideran deshabitadas.
Varios expertos y organizaciones afirman que el abandono de “colonias” como estas se debe al pésimo plan de desarrollo urbano. Se encuentran alejadas de centros de comercio y trabajo e incluso los servicios fallan. Este es el panorama actual a 5 años de las promesas de fuentes de empleos para sus habitantes.
Según la nueva reforma fiscal de Enrique Peña Nieto, la construcción de viviendas alejadas de los centros de la ciudades, será la nueva regla. A demás, el presidente adelantó que se gravará con un flamante IVA la compraventa y renta de viviendas, en el marco de la deuda de 2 mil 294 millones de dólares de las 6 principales inmobiliarias del país.