Varios Drag Queens de Nueva York posaron para el fotógrafo Leland Bobbé, autor de la serie “Half-Drag, A Different Kind of Beauty”, que demuestra las maravillas que un maquillaje bien aplicado puede lograr al convertir a un hombre en glamorosas damas.
El cabello corto, el pelo facial, los piercings y otros rasgos típicamente masculinos quedan anulados una vez que el maquillaje teatral y las pelucas estrafalarias toman el control de la personalidad de estos modelos en varias impresionantes imágenes que comparan el antes y el después del proceso de conversión.
El objetivo de Bobbé con este trabajo es el de explorar la fusión de los rasgos masculinos y femeninos que pierden importancia una vez que el alterego Drag Queen entra en escena.
Según el autor de estas coloridas imágenes comparativas, ningún retoque fue utilizado para resaltar “el contraste del antes y el después”.
Lo más sorprendente de todo es que no se utilizó una imagen posterior y anterior de la intervención estética, sino que cada modelo maquilló únicamente la mitad de su cara utilizando sus propias habilidades, prescindiendo de la ayuda de especialistas.