¿Cuántos de ustedes, alguna vez, no han visto un video XXX? Quizá si hayan visto, puede que no. Lo cierto es que dentro de la industria pornográfica se manejan muchos mitos acerca del sexo.
Varios mitos correspondientes a medidas, cantidades, tallas, duración y demás “requisitos” que son implícitos a la hora de matar al oso a puñaladas tener relaciones sexuales.
Inclusive, a veces nos dejamos influenciar por lo que vemos en este tipo de películas (me han contado) y tratamos de poner todo lo visto en práctica, pero una cosa es la vida real, el sexo real y lo que las cintas XXX transmiten.
Las películas porno están prácticamente en todas partes. Internet es el lugar favorito para esta industria. Vemos un sinfín de páginas con diversas categorías, clases de videos y todo tipo de gustos que las personas en el mundo tienen.
Claro, seguramente dirán que están los videos caseros o amateurs, pero seamos honestos: ya casi todo tiene producción y el sexo en estas pelís no es una excepción.
¿Les caaaeee?
Así que navegando por ahí y por allá, nos topamos con un video que alejará todas esas dudas y (nos) explicará más acerca de las diferencias entre el sexo real y lo que vemos en el porno. Lo interesante del clip es que la comida sirve como material explicativo.
¿No lo creen? ¿Piensan que un pepino o una fruta no sirve para debatir sobre el porno?
Ya no entraré a la cocina ni veré mi comida a los ojos…