La semana pasada te contamos cuales eran las 12 mentiras que más dicen las mujeres. Ahora, para continuar con nuestra labor altruista a favor del hombre engañado, te traemos las cuatro mentiras más comunes de las féminas, pero ahora en materia sexual.
Y es que muchas veces por no herir nuestro ego, por mala onda o porque se dejan llevar por el momento, las mujeres nos sueltan sendas mentirotas, que nosotros, seres ilusos e inocentes, creemos ciegamente.
Por eso, si tú eres de esos machines que van por la vida creyendo que eres el “mero-mero” a la hora de revolver el consomé con tu cucharon, te advertimos que igual y no eres tan efectivo como piensas. Para descubrirlo, te pasamos la lista de mentiras que fue publicada por el portal español Nosotras.com.
Échales un ojo y desengáñate:
“Nunca he fingido un orgasmo”
Tan común, que si te la has creído es que de plano estás chavo. Resulta casi imposible que durante toda su vida sexual, una mujer se haya encontrado con puros súper hombres que siempre le hayan provocado orgasmos. Alguna vez debe haberse metido con un hombre medio malón en materia sexual. Obviamente, pa’ no hacerlos sentir mal, ellas se echan su actuación con gritito y toda la cosa.
“Eres el único que me excita así”
Mentira usada cuando la mujer en cuestión está o muy enamorada, o muy excitada, o quiere amarrar al muchachón y hacerle creer que es una “bomba caribeña”. Pero la verdad, es altamente posible que antes ya existieran quién puso a la damisela en cuatro igual o más “caldufa” que tú.
A menos, claro, que hayas sido el primero en su vida y aún no haya con quién compararte.
“El tamaño no importa”
Generalmente esta frase la dicen cuando están ante un hombre que “vive cerca”. Pero la verdad, entre ellas comentan que el tamaño sí es importante. Dicen que: si es muy pequeño no las llena no las complace, y si es muy grande les causa daño.
Y aquello de que más vale chiquito pero rinconero ¿también es mentira?
“No me gustan los juguetes sexuales”
Eso dicen cuando aun están vestiditas y peinadas, pero luego ¿qué tal? Hasta tiemblan y ponen los ojitos en blanco piden repetir la experiencia.
“No me acuesto con alguien si no lo conozco bien”
Si te la dijeron, seguro fue una forma sutil de que la señorita te deje fuera de su historia de revolcones sexuales. Para evitar que te vuelvan a batear con este argumento, para la próxima carga con unas tarjetitas de presentación que cuenten tu vida a modo de biografía (como las que venden en las papelerías).
Ahora sí confiesen… ¿Cuál o cuáles les han dicho?