Llegó el viernes y con él, el tan anhelado fin de semana que nos brinda unos días de paz y relajamiento. Ahora que nos encontramos a unas horas de la libertad provisional, sería bueno reflexionar sobre aquellas cosas de la vida cotidiana que nos causan más estrés.
Entendemos por estrés a la reacción que nuestro cuerpo tiene a ciertos cambios, haciendo que el organismo acelere su respiración y ritmo cardíaco, aumente la presión arterial y libere adrenalina.
Ahora sí, el listado de situaciones o actividades que nos estresan:
Las bodas: Si eres invitado, no hay bronca, es como si fueras a una borrachera elegante, pero en el caso de que seas el protagonista, entonces debes enfrentarte a muchos retos (y gastos) para organizar el bodorrio, eso sin mencionar la incertidumbre que genera un cambio de vida así.
Los divorcios: Generalmente son procesos desgastantes y tediosos que nos hacen pasar por malos momentos y nos acarrean sentimientos de inseguridad.
Migrar: Irnos a otra ciudad, o peor aún, a otro país, siempre nos estresa. Y es que el reto de adaptarnos a nueva gente, a otras costumbres y a un entorno distinto al acostumbrado siempre nos impacta emocionalmente.
Mudarte: Similar al puno anterior. Si bien hacerlo la mayor parte de las veces es por noticias positivas, los cambios que esto trae consigo siempre nos descontrola: nuevos vecinos, cambios de rutina, nueva ubicación de nuestras cosas, etc.
Tener hijos: Sí, es el milagro de la vida y lo mejor que nos puede pasar y una bendición pero… ¡qué estresante es! (me han contado), sobre todo para las mamás primerizas, pues el cuidado de un recién nacido está asociado a dormir poco, adaptarse a cambios físicos, dedicarle todo el tiempo al pequeño, cuidar de su salud, gastar dinero, etc.
Perder a un ser querido: Además de ser algo triste y doloroso, perder a un familiar o amigo nos acarrea largos periodos de depresión y estrés. Si no se controla ni podemos abandonar el duelo, es necesario pedir ayuda.
Perder el empleo: Muy común en nuestros días. Quedarse sin chamba hace que una persona, y su familia, sufra un periodo de estrés e incluso sufra de problemas cardiovasculares.
La jubilación: Otra situación estresante para los jubilados a causa de los cambios de horario y hábitos, el aumento en el tiempo libre y/o la necesidad de sentirse útil.
Sufrir una enfermedad grave: Son muchas situaciones a las que uno se enfrenta en estos casos: incertidumbre sobre la recuperación, las posibilidad de secuelas, el no angustiar a quienes nos rodean o la baja laboral.
Los exámenes finales: También los chavos sufren estrés, sobre todo en esa época del año en la que las evaluaciones finales los someten a una gran presión, acompañada de mucha incertidumbre y de falta de sueño.
A estas yo agregaría la ausencia de Andrés, el que se supone llega cada mes.
En fin, y a ustedes ¿qué les causa estrés?