El festival Lollapalooza ya se puede apreciar a lo lejos, en el horizonte del mes que entra, y una vez más el parque Grant de Chicago vuelve a ser la sede de este evento que se llevará a cabo del 1 al 3 de agosto.

Para esta próxima edición, el festival está encabezado por actos como Eminem, OutKast y Kings of Leon, ninguno de ellos de Chicago. De hecho, uno tiene que pasar el dedo hasta el cuarto renglón en la alineación para detectar la primera banda originaria de esta ciudad, el emergente trío de EDM conocido como Krewella. Pero eso no quiere decir que Chicago carezca de una escena musical, como si fuera un pueblo redneck en medio de la planicie del corazón de Estados Unidos. Al contrario, la ciudad más poblada del estado de Illinois es también una de las capitales norteamericanas del mundo pop, apenas un nivel por debajo de Nueva York y Los Ángeles. De hecho, la llamada windy city es una escala obligatoria para muchos artistas que no logran encajar entre las dos metrópolis.

Chicago goza de una historia envidiable en los anales de la música. En la primera mitad del siglo XX, la ciudad fue testigo del nacimiento de un estilo singular del blues, popularizado por leyendas como Muddy Waters y Howlin’ Wolf. El jazz también dejó su huella con figuras como Nat King Cole y Benny Goodman. Cuando las bandas de rock saltaron en las tablas de popularidad a partir de los 60, la ciudad se adaptó con los tiempos e importó sus propias bandas que alcanzaron fama internacional como Chicago, Styx y REO Speedwagon. Y ya que seguir tendencias no es lo suyo, Chicago también se convirtió en la cuna del house, un estilo de música electrónica que incorpora el beat 4/4 del disco, con samples de soul, y pistas alargadas ideales para el antro. El nombre del género se derivó del club donde el DJ Frankie Knuckles hacía sus sets, The Warehouse.

En los últimos 30 años -con el cambio de análogo a digital, la explosión del video musical, la apertura del internet a las redes globales, la caída del formato físico, y la pérdida de influencia de los sellos disqueros- Chicago se mantuvo en la vanguardia, principalmente en los márgenes de la industria comercial, fomentando a los artistas independientes que con el paso de los años dejaron su propia huella en la cultura pop. A través de medios como Pitchfork y festivales alternativos como Lollapalooza, Chicago no cede su lugar como tierra fértil para bandas y artistas que buscan tirar el dado en la competencia. A continuación te presentamos a diez artistas que han tenido mejor suerte que otros, y a través de sus propios méritos, se han convertido en figuras que han puesto a su ciudad (natal o adoptiva) en alto.

En orden alfabético, ellos son: