Si las cosas siguen como hasta ahora en la región de la laguna de Bacalar, pronto esta maravilla de la naturaleza tendrá que cambiar de sobrenombre.
La laguna de Bacalar, hasta ahora conocida como “la laguna de los siete colores”, está en peligro de perder su esplendor debido a las afectaciones que le ha provocado el desarrollo de actividades turísticas y agrícolas.
Lo anterior fue revelado en un estudio realizado por Luisa Falcón Álvarez, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Según la investigadora, las siete tonalidades de Bacalar (generadas por su arena blanca y los diferentes niveles de profundidad de la laguna) están comenzando a desaparecer.
Si la cosa continua como va, de esos siete colores de Bacalar nomás quedarán todos verdes y café. Buhhhhh… “Es un tesoro del planeta que no hemos sabido cuidar”, lamentó la investigadora.
Según el boletín emitido por la UNAM, en lo que respecta al turismo, éste tuvo un incremento en la zona de Bacalar desde que en el Caribe mexicano comenzó a aparecer sargazo. Así, de sólo unos cuantos turistas, pasó a recibir hasta 140 mil al año. Para dar atención a las visitas “se improvisaron hoteles y aparecieron servicios de la noche a la mañana, inadecuados y sin regulación”, acusó la investigadora.
Además de la construcción de inmuebles, los estudios que ha realizado Falcón Álvarez detectaron que descuidos de la gente que vive del turismo ha provocado daños en Bacalar. Por ejemplo, “en una Semana Santa hubo tal cantidad de visitas, que las lanchas se estacionaron sobre los microbialitos (que se forman por acción de las bacterias), rompiendo su parte viva”.
Y bueno, en lo referente a las actividades agrícolas, es la falta de tratamiento de aguas residuales la que le está dando en la torre al arrecife bacteriano que se encuentra en Bacalar, el cual –según la académica– es el más grande del mundo en aguas dulces.
¿Qué hacer para conservar la región?
La investigadora de la UNAM aclaró que no es que el turismo o la agricultura dejen de desarrollarse en la zona… nomás con cuidadito: “debe reconocerse que hay sitios valiosos por los servicios ecosistémicos que brindan, como la filtración de agua, producción de oxígeno, biodiversidad y captura de carbono”.
Ahora, el cuidado del medio ambiente no nomás es por “¡ay, qué bonito se ve!” La académica resalto que, mientras el medio ambiente se enferme, los seres humanos también lo haremos, ya que estaremos en contacto con virus y bacterias generados a raíz del daño a la naturaleza. Así que, contra las enfermedades “la mejor vacuna es la conservación y el desarrollo sostenible”.
