A casi cinco años de distancia del accidente aéreo en el que perdió la vida Juan Camilo Mouriño, entonces Secretario de Gobernación, un grupo de peritos estadounidense ha desmentido la versión oficial de que el desplome del avión se debió a una turbulencia.
La noche del 4 de noviembre de 2008, el avión con matrícula XC-VMC en el que viajaba Mouriño con otras ocho personas cayó cerca de la Fuente de Petróleos, una de las zonas más concurridas de la Ciudad de México.
Tras varias investigaciones por parte del gobierno federal, se dio a conocer la versión oficial: El accidente se debió a una turbulencia y /o falta de pericia del piloto.
A la par de esta investigación realizada por la administración de Felipe Calderón, un grupo de peritos de Estados Unidos y empresas de simulación en accidentes aéreos colaboraron con el gobierno mexicano en una serie de indagaciones sobre lo ocurrido.
Las conclusiones de estos peritajes nunca fueron difundidas hasta ahora que Proceso tuvo acceso a este expediente. De acuerdo a estos documentos sólo hay un 3.07% de probabilidades de que la aeronave Learjet 45 se desplomara a causa de una turbulencia.
Dicho informe menciona que el avión sobrevolaba “301 mil veces encima del nivel de riesgo para el que fue diseñada”. De paso, en el documento los peritos también emiten una fuerte recomendación al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para que se apegue a los estándares de separación que debe haber entre una nave y otra, establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional
A causa de esto, el grupo de peritos estadounidense estableció como “causa probable” del accidente la pérdida de control del piloto por la baja altura a la que volaba la aeronave.
“Pérdida de control a baja altura y, después, impacto de la aeronave con la tierra por el encuentro con la estela de turbulencia producida por la nave que la precedía”, se menciona en el reporte.
Al final podemos estar o no de acuerdo con esta otra versión de este grupo de peritos de Estados Unidos, lo que no entendemos es por qué esta otra parte de la información se filtró cuatro años después de este accidente. Tampoco deja de resultar preocupante que los aviones sobrevuelen a tan corta distancia uno del otro. Ojalá por lo menos en esto último las autoridades encargadas hagan algo al respecto.
