Iker Casillas dejó por unos minutos los entrenamientos y los guantes para convertirse en un visor; entrevistó a algunos niños que querían ser porteros de una escuela en Zaragoza, los cuales terminaron gratamente asombrados.
El guardamenta del Real Madrid se dio a la tarea de participar con “Soloporteros” en una broma hecha a seis chicos que se dedican en sus ratos libres a defender porterías, siendo él el filtro principal para formar parte de un gran equipo en categorías inferiores.
Algunos parecían tomarlo con mucha sabiduría, otros no dejaban de mirarlo y uno de ellos hasta parecía ser su fanático #1.
Así nos pondríamos nosotros si Cuauhtémoc Blanco nos realizara una prueba…