“Cinco minutos más, por favor”. Cuántos de nosotros no hemos dicho eso para quedarnos pegados a nuestras sábanas y descansar más. Pues de acuerdo a un estudio, eso sería benéfico y no un síntoma de hueva pereza.
Fíjense na’ más esto: la Universidad de Berkeley realizó un estudio referente a dormir la siesta un ¿hábito? ¿costumbre? que pocos tiene, debido al ritmo acelerado que llevan en sus vidas. En dicha investigación se demostró que echarse un coyotito de 90 minutos aumenta la capacidad de aprendizaje de las personas. Pus que se chuten un partido de Chivas, así se duermen los 90 minutos…
Matthew Walker fue quien comandó el estudio que constó de lo siguiente: 39 personas adultas realizaron una tarea de aprendizaje por dos horas (ésta iba directa a la estimulación del hipocampo, parte del cerebro donde está la memoria). Tras ese lapso de tiempo, la mitad de los sujetos de estudio se fueron a dormir una siesta de 90 minutos, mientras que la otra parte permaneció despierta.
Cuando los que fueron a dormir regresaron, se hizo otra tarea de aprendizaje y se comprobó que los descansados obtenían mejores resultados que los que permanecieron despiertos. La edición española de Muy Interesante publicó que permanecer mucho tiempo despiertos reduce la capacidad de reacción del cerebro y si te desvelas una noche, las facultades para emprender cualquier actividad se reducen un 40%.
¿Cuánto debe durar la siesta?
Otros estudios indican que con 20 o 30 minutos es suficiente para relajar y recuperar las energías. En 1995, la NASA hizo su propio estudio sobre la siesta y argumentó que 26 minutos es el tiempo ideal.
En Reino Unido aseguran que la siesta debe durar 20 minutos y al despertar, se debe tomar una tasa de café para estimular.
La próxima vez que se queden dormidos y no llegue a la escuela o trabajar sólo digan: “práctico la siesta y así podré rendir el resto del día”…