La Secretaría de Turismo, dio a conocer los resultados “positivos“ del operativo de semana santa 2013.
De las 262 rutas carreteras del país, que existen, SECTUR, reportó únicamente 836 accidentes carreteros, es decir aproximadamente 3 accidentes totales por ruta, ¡en 17 días!.
La responsable del éxito mágico de Sectur en semana Santa, es Claudia Ruiz Massieu Salinas, que como habrán notado, lleva en el apellido una historia de abolengo político.
Parece una cifra inverosímil, si consideramos que estadísticamente a nivel mundial, cada dos minutos muere una persona por causa de un accidente automovilístico, tan sólo en México mueren al año 9,600 personas en las carreteras, es decir 26 al día.
Con el aumento del tránsito vehicular en estás vacaciones, miles de automóviles en circulación, es matemáticamente imposible obtener un porcentaje tan bajo de colisiones, es complicado creer que sólo hubo un total de 33 muertos en las carreteras cuando no se tienen cifras exactas, porque las cifras del INEGI y de las aseguradoras suelen ser distintas. Algunos datos, se refieren únicamente a fallecidos en carretera, excluyendo a las víctimas que fallecen días después. No hay un seguimiento estadístico a los heridos de accidentes viales.
Así que resulta “irresponsable ofrecer esta cifra tan rápido y sin tener en cuenta lo que realmente ha pasado”, afirma Alma Chávez Guth, portavoz de la Federacion Iberoamericana de Asociaciones de Víctimas de Accidentes de Tránsito.
Se calcula que dentro de unos pocos años el 25% de los gastos mundiales en salud se dedicará a la atención de víctimas de accidentes viales. México está adherido al Programa Decenio de Acción por la Seguridad Vial formulado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La meta reducir al 50% el número de percances viales durante los próximos 10 años. Se estima que para el 2020 habrá mil millones de automóviles individuales en circulación a nivel mundial.
Entre las causas del riesgo de accidentes está la velocidad excesiva, la inexperiencia, el consumo de alcohol, la falta de utilización de los equipos de protección y vehículos en mal estado.
No existe una política de respeto al peatón, ni una educación vial. Al ser un tema de salud pública, urge una planificación racional de medios de transporte público rápidos, eficientes y seguros.
