Hay quienes van por la vida todos jorobados y otros muy rectos con las pompas apretadas (ellos sabrán por qué); hay gente que siempre tiene la cabeza hacia abajo y otros suelen hacer lo contrario. En fin, cada quién es libre de adoptar la postura que se le pegue la gana, lo interesante, es todo lo que decimos con ella.
Nuestros gestos, movimientos y posturas suelen transmitir cosas, a esto se le conoce como Comunicación No Verbal. Seguramente no les estamos diciendo nada que no sepan, pero nomás por cotorrear y porque el tema nos pareció de lo más interesante, en esta ocasión profundizaremos un poco más al respecto.
“La salud y la calidad de vida de las personas dependen también de la postura corporal, aunque en ella intervienen factores biomecánicos, fisiológicos o aspectos de la personalidad”
… dice el traumatólogo, cirujano ortopédico y director médico del Instituto Avanfi, el doctor Manuel Villanueva, quien señala la importancia de mantener una postura adecuada por motivos de salud y hasta de personalidad:
“Una mala postura en la mesa de trabajo -espalda alineada con la cabeza, hombros relajados y codos pegados al cuerpo-, tras horas delante de la computadora, puede originar dolores musculares o de columna, de ahí la importancia de conocer y mantener la postura idónea. Lo curioso es que la personalidad también influye en cómo nos sentamos”.
¡Quihubo!
De acuerdo a un estudio realizado por un grupo conformado por investigadores de la Universidad de San Diego y de la Universidad de Estudios Integrados de McGill, que fue publicado recientemente en Plos Medicine, los introvertidos y los extrovertidos mantienen una postura corporal distinta. Para comprobarlo se realizaron pruebas con un grupo de 100 personas y se analizaron cuatro tipos de posturas:
Postura ideal: Posición neutra de la cabeza, columna vertebral y pelvis.
La cifosis-lordosis: Posición de la cabeza hacia adelante, redondeo exagerado de la espalda superior y arco exagerado en las lumbares.
Espalda plana: Posición hacia adelante de la cabeza, pelvis retraída y balanceo.
Balanceo bajo: Pelvis retraída, balanceo y rodillas hiperextendidas.
En el estudio se encontró que hay una sorprendente correlación de personalidad con postura. Por ejemplo, un 96% de aquellos que mantienen la postura ideal son extrovertidos, mientras los introvertidos tienden más a balancearse o tener la espalda encorvada. En tanto, los dolores ocasionados por una mala postura estaba relacionado con la timidez.
La doctora en Inteligencia Emocional por la Universidad de Bircham (EE.UU.), titulada en coaching por la escuela Tavistock y autora de El mundo de las emociones y pasión, Maryam Varela, profundiza más en el tema al afirmar que…
“La postura corporal, especialmente la buena, puede afectar a emociones y pensamientos, mejorar tu salud emocional y mental. Nuestro cuerpo es consecuente consigo mismo en ese sentido, si tienes una buena postura corporal, influyes en tus propios pensamientos y en tus propias emociones, confías en ti mismo y en tus capacidades, se activan recursos mentales que no sabías que existían y actúas en concordancia con una sana autoestima y confianza en ti mismo. Cuando nos sentimos mejor, nos vemos mejor, cuando nos vemos mejor, somos más atractivos y eso tiene una repercusión directa en nuestra confianza y autoestima.
Si cuidamos nuestra postura corporal constantemente, quizás en un par de meses podremos convertir este autocuidado en algo permanente, un hábito, que se reflejará en todo: no solo al caminar, al estar de pie, sino también al sentarnos o al estar trabajando”.
En otras palabras, tener seguridad en nosotros mismos se verá traducido en una buena salud. Por otra parte, un buen hábito y la alegría nos ayudarán a caminar manteniendo una postura correcta (cabeza mirando al frente con la espalda recta, marcando el paso con el talón no con la punta).
Bueno ¿y si estamos sentados?
En el 2013 la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que uno de los factores de mayor riesgo para la salud es el sedentarismo. Con la vida digital a todo lo que da, a veces estamos sentados mucho tiempo, lo que se traduce en una mala posición. Para contrarrestar los efectos negativos lo mejor es mantener siempre la espalda recta. Esto último igual les vale, pero les importará en cuanto sepan que según la psicóloga social Amy Cuddy…
“Una mala postura también pone en jaque nuestro deseo sexual”.
En un Ted Talk (pueden checarlo dando clic aquí), Cuddy demostró que quienes se sientan en posición vertical y manteniendo la espalda recta, transmiten poder, bajan sus niveles de cortisol (hormona del estrés) y aumentan los de testosterona, lo que es positivo para el aumento del deseo sexual.
Ahora bien, si ni siquiera tener buena salud y deseo sexual los motiva para ya no encorvar la espalda, háganlo como una forma de luchar contra el sentimiento de melancolía. En un estudio publicado en la revista Biofeedback por Erik Peper, de la Universidad de San Francisco, mantener una postura arqueada nos puede generar poca energía e incluso caer en depresión. Esto lo comprobó cuando le pidió a 110 estudiantes que caminaran por un pasillo manteniendo una posición curva y después, saltar por el corredor. Ellos reportaron que cuando no caminaban derecho su sentido del humor no era el mejor, en tanto, experimentaron todo lo contrario cuando mejoraron su postura.
Para finalizar, tenemos el estudio que realizó Linda Smith, de la Universidad de Indiana, quien anunció en marzo pasado la sorprendente relación que guarda la posición corporal, con la capacidad de aprender nuevos conocimientos y el poder desarrollar memoria a largo plazo.
“Un gran número de estudios sugerían que la memoria está estrechamente ligada a la ubicación de un objeto -recuerdas algo porque lo ubicas espacialmente-. Ninguno, sin embargo, había demostrado que la posición corporal desempeñe un papel importante”.
Esta declaración de la doctora Smith podemos comprobarla con un ejemplo simple: Para los niños siempre es más fácil aprender el nombre de algún objeto nuevo dependiendo la perspectiva desde donde lo vea. Nuestra posición siempre ha sido importante.
En conclusión, si son de los que se sientan o caminan todos jorobados, es hora de enderezar la espalda. Igual y por eso todo les sale mal.
¡Firmes!
