Así es, al mero estilo gringo, la Procuraduría General de la República, integrará un registro de acosadores, hostigadores y agresores sexuales, familiares, laborales, escolares, institucionales y eb el transporte público, integrado al Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de ]Violencia contra las Mujeres (Banavim).
Así que deberán pensársela dos veces antes de molestar a alguien sopicuates, pues sus nombres quedarán archivados con su falta, ya sea en la escuela, el transporte público o su trabajo. Según La Jornada, también se promoverá la creación a escala nacional de unidades especiales con personal seleccionado y capacitado para atender e investigar la violencia de género en cada estado.
Y sí, parece de serie de televisión, pero, por otro lado, nos hace muy felices enterarnos de esto, esperemos que esta unidad tenga un verdadero impacto y no sea un cuerpo más del que no tenemos claro su funcionamiento o su jurisdicción.
Pero bueno, las noticias no se quedan ahí, también podrán otorgar órdenes de protección y un registro nacional para mujeres víctimas de la violencia de género como parte del Programa Nacional de Procuración de Justicia 2013-2018.
(no sé porque nos acordamos de esta serie)
Y es que cada vez son más alarmantes el crecimiento de la violencia en contra de las mujeres en el país y las tazas de incidencia delictiva (sobre todo en el periodo que abarca del 2006 al 2012). Pero el programa no termina ahí, también se pretende crear una estrategia contra los delitos de extorsión, así que conformarán un registro de usuarios a escala nacional en materia de telefonía celular para abatir este tipo de delitos.
Todo esto porque la misma inercia burocrática en las oficinas gubernamentales de seguridad pública y procuración de justicia y el rezago de la autoridad ante el avance de la inseguridad ha mermado la calidad de vida de los ciudadanos, además de que mina la cultura de la denuncia, ya que la gente siente que será algo inútil.
El Diario Oficial de la Federación, con base en el diagnóstico elaborado por el Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, publicó el lunes:
«La percepción de los ciudadanos sobre la procuración de justicia en México es, en términos generales, sumamente negativa, pues a la mayoría le parece lenta, ineficaz y plagada de corruptelas»
Y tienen razón, es por eso que esperamos con muchas ansias que esta reestructuración permita una mejoría en la impartición de justicia (y no signifique un hueco más que diga que cumplen algo de nombre pero no en la realidad).
****Vía La Jornada