Un nuevo psicotrópico en forma de cannabinoide sintético, la peligrosa droga K2 , también conocido como spice, ha alertado a los Estados Unidos. Este fin de semana al menos 95 personas en el parque New Haven, Connecticut sufrieron una sobredosis de este tipo de droga, pero este tipo de eventos se está volviendo más frecuente, por el nivel de adicción que provoca. Durante el último año, las muertes por sobredosis en el país han superado las de VIH, accidentes automovilísticos, o muertes provocadas por armas de fuego.
Los usuarios de drogas que frecuentan el parque, describen la sobredosis como una reacción como una “secuela” del consumo y hasta ahora le ha sucedido a casi un centenar de personas en el transcurso de dos días en esta semana.
“Esto que sucedió con toda la gente cayendo, acaba de hacer que esto sea básicamente un incidente de bajas masivas”, dijo Phil Costello, el director clínico para el cuidado de personas sin hogar.
Él y un equipo de otras enfermeras y consejeros de adicciones esperaban en el hospital por las personas intoxicadas, listos con medicamentos para la reversión de sobredosis, que alarmantemente han demostrado ineficaces contra los cannabinoides sintéticos.
“Creo que es frustrante porque para el equipo, porque realmente no tenemos un medicamento que pueda contrarrestarlo [las sobredosis de K2]”, dijo Costello. “Es la adicción“.
Las autoridades dijeron que no se ha registrado ninguna muerte por la sobredosis de K2 en el incidente del fin de semana, pero temen de las consecuencias a largo plazo de un medicamento que causa alucinaciones, vómitos y una frecuencia cardíaca acelerada.
K2 también se conoce como marihuana sintética porque interactúa con los receptores de cannabinoides en el sistema nervioso central para producir efectos psicoactivos. Pero la droga K2 es mucho más potente y es una mezcla impredecible de diferentes concentraciones de diferentes sustancias químicas que se vierten o pulverizan sobre el material vegetal.
A pesar del misterio, el K2 atrae a los consumidores de drogas porque su costo es bajo, sus productos químicos no se detectan en las pruebas estándar de drogas y sus mezclas cambiantes hacen que los esfuerzos de aplicación de la ley sean más complicados que con medicamentos puros como la marihuana.
Desde que se detectó K2 por primera vez en Estados Unidos en 2008, los grupos masivos con sobredosis se han vuelto cada vez más comunes. Cerca de 56 personas tomaron una sobredosis de K2 en mayo; se reportaron otras 100 personas con sobredosis en el condado de Lancaster, Pensilvania, en julio de 2017 y 40 personas con sobredosis en Dallas, Texas, en mayo de 2014.
