Tras finalizar el juego entre Alemania y Argentina, donde los europeos se llevaron el triunfo y su cuarta copa del mundo, los disturbios no se hicieron esperar. Parece que la pregunta “dime qué se siente” o como los argentinos “decime qué se siente” detonó la bronca.
A las afueras de Maracaná, aficionados argentinos y brasileños se fueron a las manos luego de la derrota del combinado albiceletes ante los alemanes. La policía brasileña tuvo que intervenir para terminar con los golpes y agarrones que se originaron en el fan fest ubicado en Copacabana.
Algunos quemaron banderas de Brasil y otros resultaron con heridas graves. Las autoridades llegaron con gas lacrimógeno para que se calmara el asunto.