Una de las cosas pendientes que Steve Jobs dejó antes de su muerte, fue la construcción de una nueva sede para los empleados de Apple.
El proyecto contempla ocupar 260 mil metros cuadrados, en donde albergará a poco más de 14 mil personas, además de un estacionamiento subterráneo con espacio para 10,500 vehículos. Todo bajo una estructura con estética futurista, similar a una nave espacial (o al menos como los humanos nos las imaginamos).
Dentro del ambicioso plan concebido por Jobs, se tenía contemplado comenzar la edificación del campus este mismo 2012, con vistas a que su inauguración sucediera en el 2015. Sin embargo, parece que esto no podrá llevarse acabo de esa forma, debido a que las autoridades de la ciudad de Cupertino (California), han tardado demasiado en los estudios de impacto ambiental.
Imagen concepto del nuevo campus
Luego de esto, Apple ha tenido que aplazar la construcción hasta el 2014, pensando en una posible apertura dos años más tarde, a mediados del 2016. Si bien el retraso no ha caído nada bien en la compañía de la manzana, parece que sólo es cuestión de tiempo para que el sueño de su fundador comience a tomar forma.