Los chicos de American Apparel no solo son unos de los diseñadores más chidos de la escena actual para los aficionados de los 90, también son unos amantes del escándalo y la polémica.
En esta ocasión, retaron los estándares de la corrección política con un anuncio protagonizado por una modelo exmusulmana de Bangladesh en topless. Dichosos tus ojos: si ella fuese musulmana y esto fuera Medio Oriente, el Norte de África o el Sureste Asiático quizá no estaríamos aquí para contarlo. Afortunadamente esta chica es estadounidense desde los 4 años, cuando emigró de Dhaka a California.
Maks no solo es modelo de American Apparel, sino también colaboradora de ventas de la marca. Sobre su pecho, lucen las palabras “Made in Bangladesh”, en referencia a ella misma y no a la ropa, como un guiño de la marca, famosa por sus propaganda en favor de prácticas laborales justas: toda sus prendas son producidas en el centro de Los Ángeles bajo estándares de contratación estadounidenses. Por otro lado, la estrategia publicitaria también responde a la polémica levantada los últimos días en torno a un incendio en Bangladesh en una fábrica, que trajo de nuevo el debate en torno a las fábricas de ropa y otros bienes en países de tercer mundo que producen para el consumo en países desarrollados bajo condiciones de trabajo deplorables.
Esta poderosa imagen va a acompañada de un pequeño texto en que se narra la “estricta crianza musulmana” con que Maks fue formada. Al crecer, no obstante, ella fue abandonando estos principios en busca de una “identidad propia”. La chica afirma que “no siente la necesidad de identificarse a sí misma como americana o como bengalí y su vida no es material para llenar la narrativa convencional de nadie”. Bien ahí, Maks.
Aunque a nosotros, esta imagen nos parece genial (y no en pocos sentidos), la comunidad musulmana tradicionalista ya ha presentado algunas molestias por la ofensa que implica la foto de una paisana desnuda. No obstante, las quejas no han trascendido y estos chicos seguirán avante con su provocadora campaña.
American Apparel, marca establecida en Canadá en 1989 y con sede de producción en California, tiene un largo historial de publicidad polémica. Recientemente levantaron una campaña con una modelo de 62 años en ropa interior. También aplicaron un increíble truco en San Valentín colocando un llamativo vello púbico a los maniquíes de sus escaparates. Sin embargo, no todas sus estrategias han sido recibidas positivamente. En el pasado, algunas han sido tachadas de misóginas o degradantes.
Esta campaña del año pasado fue señalada por la crítica como “innecesariamente sexual”.
Como sea, Maks y su autodeterminación son si duda un gran atino para la compañía y merecen un pulgar arriba. Cool, chicos. Y cool tú también, Maks.
