Para que vean que ‘en todos lados se cuecen habas’. No sólo la Selección Mexicana Sub-22 tuvo su escándalo con prostitutas en Sudámerica, también algunos miembros del cuerpo de seguridad de Barack Obama tuvieron sus ‘queveres’ con unas señoritas de la vida galante, en aquella región del continente.

Esta es la historia de calentura amor que dejó como consecuencia la suspensión ‘por mala conducta’ de once miembros de la policía de élite que protege a Barack Obama.

Todo ocurrió en Cartagena de Indias, Colombia, donde el presidente norteamericano participó en la VI Cumbre de las Américas. Poco antes de la llegada del mandatario, los agentes del servicio secreto que llegaron de avanzada decidieron ‘desfogar la tensión’ y armar una pequeña fiesta la noche del miércoles 11 de abril.

Para comprender mejor los hechos, te contaremos la versión de Dania Suárez, una colombiana de 24 años dedicada a la prostitución, y madre de un hijo de 9 años. Antes de proseguir, te la presentamos:

Dania trabaja en el Pley Club, una ‘discoteca’ de insano esparcimiento ubicado en el modesto sector de Manzanillo, en Cartagena. El local se compone por una sola planta. No tiene ventanas y es fácilmente identificable por las letras azul neón de su exterior.

El consumo promedio va de los 20 a 70 dólares por botella.

En el interior, hay varias mesas frente a una pista de baile que es en donde bailan mujeres con poca ropa. Aquí unas fotos del tugurio por si algún día andan por Cartagena y quieren pasar una noche buena onda:

Si los clientes lo desean, pueden ‘intimar’ con las bailarinas, e incluso negociar para irse con ellos al hotel de su preferencia. Y esto fue precisamente lo que hicieron los guardias de seguridad con Dania y sus amigas. Después de consumir dos botellas de vodka Absolut, abandonaron el lugar con ‘las muchachas’ para seguir la fiesta en un hotel.

Camino al hotel, Dania iba con un agente secreto en el taxi. Pararon para comprar condones y ella aprovechó para decirle que para poder estar con ella, él tendría que darle un obsequio a cambio.

El agente preguntó cuánto. Ella le pidió 800 dólares.

Según Dania, eso es lo que cobra por ser dama de compañía, pues no se considera prostituta “Tienes mayor estatus. Una dama de compañía es alguien que un hombre puede sacar a cenar. Viste bien, se maquilla con buen gusto, habla y actúa como una dama. Así soy yo”.

Eeeee… bueno…

Así llegaron al lujoso Hotel Caribe, en donde se cuenta que también llegaron otras 20 mujeres para que los agentes la pasaran en grande. Pa’ que se imaginen la buena acogida que estas señoritas colombianas le dieron a los visitantes, te presentamos las imágenes del exterior del hotel y el interior de uno de los cuartos:

A las 6:30 am del día siguiente Dania y el agente de seguridad fueron despertados por una llamada de la recepción, y es que según las reglas del Hotel Caribe, las prostitutas deben retirarse a esa hora.

(es que es un hotel familar)

Como el estadounidense estaba borracho se negó a pagar los 800 dólares acordados. A cambio le ofreció 30 dólares…

Dania consideró que esa cifra era una miseria, como siguió insistiendo, el agente se enojó, la insultó y la expulsó de su cuarto.

Llorando de coraje, Dania recorrió el pasillo cuando se topó con una de sus colegas, quien había pasado la noche con otro estadounidense del mismo grupo. Ambas regresaron a pedir el dinero de Dania pero nadie le abría.

Al ver que no obtenían respuesta, las mujeres fueron en busca de un policía, quien a su vez tuvo que llamar a otro oficial que hablara inglés para ir y arreglar el problema.

Para cuando los dos policías colombianos y las mujeres volvieron nuevamente a la habitación, otros dos estadounidenses estaban frente a la puerta cerrada, impidiéndoles el paso. Entonces se armó el mitote y llegó la seguridad del hotel. La policía avisó a la Embajada estadunidense en Bogotá, por lo que la noticia llegó hasta el Departamento de Estado y al Servicio Secreto.

Para evitar problemas, los estadounidenses le pagaron a Dania 225 dólares y se marcharon.

Días después, Dania se llevó la sorpresa de su vida al enterarse que aquel hombre era miembro del Servicio Secreto Norteamericano. Aquel incidente ya había trascendido a nivel internacional.

“Nunca me dijeron que estaban con Obama. Fueron muy discretos”.

Ahora Dania teme que pueda haber represiones en su contra, además de que le mortificó que los medios de comunicación la hayan definido como una prostituta, y no como una Dama de Compañía, pues ella escoge a sus clientes y cobra mucho más.

“Es lo  mismo, pero es distinto. Es como cuando compras un ron fino o un BlackBerry o un iPhone. El precio es distinto”.

Aquí la página de internet donde la señorita y sus amigas (que no son prostitutas) ofrecen sus servicios, por si algún día se les ofrece:

En cuanto a los agentes, 11 de los implicados (varios casados) fueron suspendidos o relegados de sus cargos. Casi todos llevaron prostitutas a sus habitaciones. También hay cinco militares estadounidenses que se encontraban pachangueando en el hotel, desobedeciendo así el toque de queda al que están sujetos.

Ahora sí que por culpa de un codo, pagaron todos.

Lo curioso es que  según trascendió, los agentes declararon que no sabían que esas muchachas se dedicaban a la prostitución…

Ay Ternuringaaaaaas…

Al fondo de esta foto, podemos ver a David Randall Chaney, uno de los agentes inmiscuidos en la fiesta sexual. Tan seriecito que se ve.

Moraleja, tengan cuidado Sopicuates, nadie sabe en qué pueda acabar una noche de copas, una noche loca.

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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