Mientras muchas mujeres y hombres se cuidan de no consumir alimentos altos en grasas, como mantequilla o mayonesa, este niño encontró en esta comida la cura para una enfermedad que notablemente había mermado su vida.
De sólo seis años de edad, Charlie Smith sufría terribles ataques epilépticos, los cuales eran tan recurrentes y de tal impacto que lo dejaban completamente inconsciente: ¡300 ataques por día! El coctel de medicamentos que diariamente ingería sólo lo dejaba en un deprimente estado somnoliento… pero la disminución a sus males no llegaba.
Fue después de probar diferentes tratamientos que uno de los neurólogos sugirió a los padres del niño hacerlo consumir alimentos con alto contenido de grasas y baja en carbohidratos –una dieta cetogénica-, y con ello posiblemente sus dolencias disminuirían. Y así fue.
Charlie tuvo que comer en grandes cantidades lo que muchos cuentan por cucharaditas: quesos crema, mantequillas de todo tipo, mayonesas… todo para disminuir sus ataques epilépticos; por suerte el tratamiento funcionó a la perfección: “la dieta ha cambiado nuestras vías”, comentó la madre del menor, “estábamos en las últimas, orábamos por un milagro”.
Como parte de su dieta, Charlie come mantequilla con cada comida.. al menos 12 grs en su desayuno, que suele ser una omelette de huevo, mantequilla, aceite, setas y queso. El almuerzo consta de más alimentos ricos en grasa, como queso y mayonesa… con aún más mantequilla y fruta. Ya para la cena come lo mismo que la familia… pero con mantequilla extra en la parte superior de cualquier comida. Obviamente no sólo es cuestión de atiborrar al niño de grasas, ya que su madre mide cuidadosamente los ingredientes en la dieta de Charlie y él también tiene vitaminas adicionales para asegurar una alimentación balanceada.
La dieta cetogénica obliga al cuerpo a quemar grasas, en lugar de la glucosa de los carbohidratos, Al colocarlo en estado de cetosis, lo cual produce la disminución de las convulsiones; aunque los especialistas no saben claramente cómo es que esto funciona. “Charlie recuperó su vida, no ha tenido un solo ataque desde hace dos años. Es un milagro”, comentó el padre del menor.
