Ya les habíamos dicho que el megaproyecto del sexenio de Peña iba a ser uno de los más caros del mundo (o el más caro, cuando esté terminado, vean la nota aquí). Ahora nos enteramos de que dicho proyecto acaparará un enorme porcentaje de la inversión hidráulica del país. En otras palabras, un gran porcentaje de lo invertido en temas de agua para toda la república irá a dar al aeropuerto. ¿Cuánto será exactamente y cómo nos afectará?
Pues bien, para el desarrollo de las obras hidráulicas aledañas al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), el gobierno federal aplicará recursos hasta por 20 mil millones de pesos, que supera al que se utilizará en la infraestructura en general para 3 entidades del país.
El Plan Nacional de Infraestructura (PNI) de esta administración contempla para Coahuila, Tlaxcala y Querétaro obras de comunicaciones y transportes, salud, turismo, energía y vivienda con una inversión en conjunto de 9 mil millones de pesos, lo que no representa ni la mitad de lo que se destinará al proyecto hidráulico de la nueva terminal aérea.
Además, las obras hidráulicas de los tres estados y las del aeropuerto se harán simultáneamente.
Esto relega a un segundo lugar a la que fuera la obra hidráulica más importante de este sexenio: el Acueducto Monterrey 6. Este acueducto será el más largo de América Latina con una longitud de 500 kilómetros.
Por otro lado, siete entidades de nuestro país no recibirán un solo peso para proyectos hidráulicos. Diez estados más no tendrán una inversión mayor a los mil millones de pesos para obras de este tipo.
Según el PNI los estados de Sonora, Durango, Aguascalientes, Guanajuato, Colima, Tlaxcala y Oaxaca no tienen obras en esta materia para realizarse durante este gobierno (suponemos que están todas sus comunidades perfectamente abastecidas de agua…sobre todo en Sonora, en donde estaba el problema del agua con los Yaquis y el de la contaminación del río Sonora por parte de una Minera, además de que Hermosillo tenía problemas de sustentabilidad, precisamente por la falta de agua).
Chihuahua, Coahuila, San Luis Potosí, Querétaro, Michoacán, Morelos, Veracruz, Puebla, Yucatán y Quintana Roo… todos esos estados en conjunto apenas tendrán una inversión por 3 mil 240.7 millones de pesos. Este monto no representa ni la cuarta parte de lo que se destinará al aeropuerto.
Cabe destacar que el país sí necesita un nuevo aeropuerto… pero no podemos sacrificar el dinero que se utiliza para calmar la sed de los mexicanos solo por tener el aeropuerto más caro de la historia (ni siquiera será el más grande… ése es el de Beijing y no es tan caro como el nuestro).
Según el proyecto del gobierno (el cual no ha sido presentado con sus detalles), el aeropuerto cuenta con un plan maestro hidráulico en el vaso de Texcoco a cargo de Conagua con el que se pretende reducir los riesgos sanitarios, inundaciones recurrentes e incrementar la oferta del agua limpia en la región…esperemos que sea así.
Se explica que las inversiones se concentrarán en el Valle de México porque es la región que, históricamente, ha sido más afectada por las inundaciones, pero esto podría significar un rezago en las otras entidades.
Según Milenio, la inversión será para crear 3 plantas de tratamiento de aguas residuales, un interceptor pluvial, la construcción y rehabilitación de nueve lagunas de regulación, el túnel Churubusco-Xochiaca (el cual ya le dieron a la empresa constructora ICA, misma que participó con Alstom y Carso en las obras de la Línea 12 del metro) por el cual obtuvo un contrato de 2 mil 566 millones de pesos.
También habrá otras 24 plantas de tratamiento de aguas residuales, el Tunel Chimalhuacán II y el entubamiento del Río de los Remedios.
Así que, mientras las empresas esperan construir el aeropuerto, por lo mientras ya tienen la oportunidad de entrar en los proyecto hidráulicos y de vialidad. Las empresas que están felices son las ya conocidas por todos: ICA, Carso, Coconal, GIA, Tradeco y OHL.
