Ahora te contaremos una historia de esas que tanto te gustan, tienen harto sexo, perversión, amor y hasta un crimen pasional. Con ustedes “La extraordinaria y triste historia del esposo que fue violado por cinco de sus mujeres…”
Cuando nos enteramos de lo sucedido pensamos ‘Naaaahhh, ni es cierto’, pero después de confirmar datos descubrimos que todo fue verdad. Según reporta el Daily Post de Nigeria, los hechos ocurrieron en Ogbadibo, Nigeria, lugar en donde Uroko Onoja vivía de forma apacible. Además de ser un filántropo que contribuyó de forma positiva al crecimiento de su comunidad, fue un destacado hombre de negocios, dueño de una fortuna y estaba casado con seis esposas diferentes.
Cualquiera envidiaría su buena fortuna, sin embargo, la suerte le dio la espalda cuando decidió prestarle más atención a su mujer más joven. El buen Uroko se la pasaba teniendo sexo con ella, olvidando que sus otras cinco esposas también tienen necesidades.
Esta desatención provocó que en la madrugada del martes, cuando el hombre llegó a su casa y se dirigió al cuarto de su esposa menor, las otras cinco ganosas despechadas se organizaran y armadas con cuchillos y palos le exigieran a su marido que les cumpliera.
Para saciar sus instintos, le ordenaron que tuviera sexo sin parar (bueno, sin descanso) con cada una de ellas. Una tras otra. Aunque en un principio Uroko se negó, después vio el castigo como un premio. ¡5 faenas por 1!
Y así empezó un maratón sexual con cada una de sus esposas celosas. Uroko parecía una maquina que iba bombeándose como desesperado despachando a cada una de sus insaciables señoras. Cuando terminó con la cuarta, y la quinta se disponía a ocupar su lugar, el sacrificado esposo dejó de respirar.
Servicios de emergencia intentaron reanimarlo, pero todo fue inútil. Murió en plena batalla, como los hombres de verdad.
La ahora joven viuda, declaró que las otras cinco esposas (ahora viudas) escaparon al bosque cuando su esposo murió. Lo sentimos por la quinta esposa, la cual se quedó con las ganas de que le dieran pa’ sus tunas amar.
Si les gusta tener varias ‘casas chicas’ pónganse abusados, no los vayan a ‘violar hasta la muerte’.